Seúl, 19 de noviembre (Yonhap) -- Cientos de miles de ciudadanos han tomado las calles del centro de Seúl para solicitar la dimisión de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, en la última de las manifestaciones que remarcan la ira pública por el escándalo de corrupción y tráfico de influencias que involucra a su confidente íntima, Choi Soon-sil.
Los organizadores dijeron que la manifestación reunirá unas 500.000 personas, casi la mitad de los manifestantes reunidos en el mismo lugar la semana pasada.
Personas de todas las edades, incluidos estudiantes de secundaria, algunos de los cuales acaban de rendir esta semana sus exámenes de ingreso universitario, se reunieron para corear eslóganes para la dimisión inmediata de Park.
La última manifestación tiene lugar un día antes de que la fiscalía procese a Choi por una serie de cargos, que los investigadores señalaron que aludirán a Park.
Choi, que nunca ocupó un cargo gubernamental oficial o tuvo una acreditación de seguridad, es sospechosa de abusar de su relación de toda la vida con Park para inmiscuirse en cuestiones de Estado, e, incluso, de ejercer influencia sobre ciertos nombramientos gubernamentales.
La manifestación de este sábado fue organizada por unos 1.500 grupos civiles progresistas, que en general no han estado inclinados positivamente hacia la presidenta conservadora. Además de la manifestación en Seúl, se estima que otros 500.000 ciudadanos organicen manifestaciones aparte contra el Gobierno en las ciudades principales del país, como Busan, Daegu, Gwangju y Ulsan.
La manifestación de Seúl tuvo lugar en la plaza de Gwanghwamun y sus alrededores, a solo unos cientos de metros de distancia de la oficina presidencial, Cheong Wa Dae.
Inicialmente los manifestantes planeaban marchar lo más cerca posible de la oficina presidencial. Sin embargo, el plan fue frustrado por un tribunal y la Policía, que argumentaron preocupaciones por la seguridad y el tráfico.
Hwang Su-song, un ama de casa de Seúl, que participa en la manifestación de fin de semana por segunda vez, dijo que la presidenta parece estar haciendo oídos sordos a los enérgicos llamamientos del pueblo para su dimisón, pese a que dijo que escucharía atentamente las voces de los ciudadanos.
La ciudadana dijo que participa en esta manifestación porque, al parecer, Park cree que las protestas se esfumarán, y que quiere sumar su voz a los cánticos para su dimisión.
Chung Hee-soon, un oficinista de la ciudad occidental de Incheon, se unió a la manifestación junto con su hija adolescente.
La hija dijo que cree "que los adultos no deben sentarse de brazos cruzados como si no estuviese ocurriendo nada". La adolescente añadió que cuando Park, en lugar de abstenerce de llevar a cabo los asuntos de Estado, continúa con sus tareas oficiales, esto solo puede ser visto como una indiferencia por las voces del pueblo.
Por otra parte, miles de partidarios de Park llevaron a cabo su propia manifestación en el centro de Seúl, solicitando a la presidenta que no sucumba ante la creciente presión. La marcha elevó las preocupaciones de una posible lucha con los protestantes en contra de Park.
"Parksamo", un grupo de fans incondicionales de la presidenta reunió a sus miembros para demostrar su fuerza. Los miembros argumentaron que las motivaciones políticas entre los bloques progresistas y de la oposición estaban incentivando las protestas, y que los llamamientos para la dimisión de Park estaban creando acusaciones arbitrarias e infundadas.
Lee Sang-hun, líder de un grupo civil conservador, dijo que en el centro de todas las manifestaciones contra la presidenta se encuentran las fuerzas de la izquierda, incluso cuando todavía debe ser citada para su interrogatorio. Lee añadió que no se debe permitir que estas fuerzas tomen el control del país.
Otros argumentaron que Park debe completar sus deberes hasta el fin de su mandato, como está establecido en la Constitución. El mandato de cinco años de Park acaba a finales de febrero de 2018.
Las manifestaciones del fin de semana han puesto en vilo a la Oficina del Presidente. Esta mañana Cheong Wa Dae organizó una reunión de jefes secretarios presidenciales para discutir la forma de sobrellevar las manifestaciones.
Un funcionario de la oficina presidencial dijo a la Agencia de Noticias Yonhap, bajo la condición del anonimato, que son "seriamente conscientes" de las voces de los ciudadanos mientras observan esta manifestación".
Los partidos opositores también se unieron a la manifestación en Seúl, redoblando su presión sobre la presidenta para que acepte su inmediata investigación fiscal, su retirada de las cuestiones de Estado y dimisión de forma "ordenada".
Durante la manifestación de su partido, Choo Mi-ae, la líder del principal partido de la oposición, el Partido Democrático, dijo que la presidenta mantuvo obstinadamente su postura, rehusando aceptar su investigación fiscal.
Park Jie-won, líder interino del partido opositor minoritario, Partido Popular, apeló a los miembros de su partido y a los ciudadanos a reforzar su coalición para expulsar a la presidenta.
Park dijo que el Partido Popular estará unido a los ciudadanos para presionar a la presidenta, obteniendo su dimisión.
Mientra tanto, la oficina presidencial y el abogado de la presidenta dijeron que las acusaciones de que Park está evadiendo su investigación no son verdaderas y que responderá al interrogatorio a comienzos de la próxima semana.
Su abogado, Yoo Yeong-ha, que fue contratado el lunes pasado, dijo que necesitaba más tiempo para preparar y verificar toda la información pertinente para la defensa de su cliente. dimisión de Park