París, 2 de diciembre, 2016 (Reuters). El primer ministro de Francia, Manuel Valls, emergió el viernes como el posible candidato del gobernante Partido Socialista en la elección presidencial del próximo año tras el inesperado anuncio de Francois Hollande de que no buscará la reelección.
Un sondeo realizado en la noche del jueves tras la declaración de Hollande mostró que los votantes socialistas y los electores franceses en general quieren que Valls sea el elegido para competir por la presidencia en la próxima primavera boreal.
Sin embargo, el sondeo de Harris Interactive mostró que Valls, un centrista que es duro en los asuntos de ley y orden, tiene solo una ligera ventaja entre los votantes de izquierdas sobre su principal rival, Arnaud Montebourg, que está protagonizando una estridente campaña izquierdista.
Los socialistas se enfrentan a una dura batalla sobre si deberían ser más centristas o inclinarse más a la izquierda para intentar recuperar la popularidad que perdieron desde que Hollande fue elegido en 2012.
No obstante, la decisión de Hollande de apartarse de la contienda no altera la amplia expectativa de que cualquier candidato socialista —Valls incluido— quedaría eliminado en la primera ronda de votación en abril, y que el presidente sería escogido en una segunda vuelta el 7 de mayo entre el candidato conservador Francois Fillon y la líder de extrema derecha Marine Le Pen.
La izquierda "está fragmentada como nunca antes. Hay un panorama atomizado", dijo el veterano socialista y comisario de la Unión Europea Pierre Moscovici en Radio Classique. "Tenemos que reconstruir la izquierda", comentó.
Se espera que Valls, de 54 años, anuncie su candidatura en los próximos días, posiblemente en una convención izquierdista el sábado en París. Si ganara las primarias socialistas en enero, aún debería medirse con otros candidatos de izquierdas en la carrera presidencial, como Jean-Luc Melenchon y el ex ministro de Economía Emmanuel Macron.
La mala noticia es que hay menos votantes de izquierdas que hace cuatro años. "La cantidad de votantes de izquierdas se está reduciendo y hay 'una guerra de la izquierda' en su seno (...) las rivalidades son mayores que nunca", dijo François Miquet-Marty, de la encuestadora Viavoice. "Hay un 22-23 por ciento de votantes que dicen ser simpatizantes de izquierdas, lo que es muy bajo, mientras que en 2012 rondaba el 40 por ciento".