Roma, 2 de diciembre, 2016 (Reuters). Con su carrera política pendiendo de un hilo, el primer ministro Matteo Renzi se lanzó a su último día de campaña el viernes antes de un crucial referendo constitucional, asegurando que Italia será la nación más fuerte de Europa si logra un triunfo el 4 de diciembre.
Los mercados financieros y los políticos europeos temen que una victoria de la campaña opositora a favor del "No" pueda provocar inestabilidad política y renovar las turbulencias en el castigado sector bancario de Italia, arrastrando a la zona euro a una nueva crisis.
"Piensen en el futuro y en el futuro de sus hijos", dijo Renzi en una entrevista en la radio el viernes, el primero de los numerosos actos con la prensa y mítines que tiene planificados durante el día.
Renzi ha prometido dimitir si los italianos rechazan su plan de reducir drásticamente el papel del Senado y recuperar poderes ahora en manos de autoridades regionales. La oposición dice que la reforma reducirá los controles y equilibrios democráticos esenciales.
El primer ministro de 41 años ha dominado las ondas en las últimas semanas, apareciendo a menudo varias veces al día en programas y foros de internet para intentar dar la vuelta a los sondeos de opinión que dan una creciente ventaja al "No".
Una prohibición de publicar encuestas fue impuesta el 18 de noviembre, pero aún se están llevando a cabo sondeos privados y las casas de apuestas dicen que la campaña del "No" sigue siendo la clara favorita para ganar.
"Si el 'Sí' gana, Italia será el país más fuerte en Europa", dijo Renzi, comprometiéndose a vetar inmediatamente el presupuesto de la Unión Europea para forzar a los socios de Italia a proporcionar más ayuda en la gestión del flujo de inmigrantes que llega a sus costas.
El ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, intentó calmar a los mercados el viernes diciendo en una entrevista con un diario que no había "riesgo de un terremoto financiero" si el "No" gana, aunque podría haber "turbulencias de 48 horas".
Las bolsas europeas caían a un mínimo de tres semanas el viernes mientras los inversores se mantienen cautos antes de la votación italiana, con el índice de 'bluechips' de Milán cayendo un 0,75 por ciento.
El mercado de deuda aún caía más con el diferencial entre el bono italiano y alemán a 10 años, un indicador clave de la confianza inversora, alcanzando los 165 puntos básicos el viernes frente a un máximo de dos años y medio de 190 puntos registrado la semana pasada.