Washington, 16 de enero, 2017 (AP). La investidura de Donald Trump como presidente vendrá acompañada de protestas multitudinarias al día siguiente, lo que seguramente complicará el tránsito y causará todo tipo de problemas para los habitantes de la capital estadounidense.
No existe un consenso entre las autoridades en torno a cuánta gente vendrá para la juramentación, sus celebraciones y las manifestaciones en contra.
Se estima que entre 800,000 y 900,000 personas asistirán a la toma de posesión el viernes, un acto que ya de por sí frena el tránsito, complica el tren subterráneo y entorpece la vida de la gente. El mismo Trump ha vaticinado que habrá "masivas multitudes", pero no se sabe exactamente el significado de eso.
El domingo tendrá lugar una protesta contra Trump llamada La Marcha de las Mujeres sobre Washington.
Durante la campaña se hizo evidente que Trump sabe atraer multitudes, pero muchos de sus partidarios no han hecho planes para estar en Washington para la investidura.
Elliott Ferguson, presidente de la comisión de turismo local conocida como Destination DC, dijo que antes de las elecciones eran muchas más las reservaciones para eventos que festejarían la esperada victoria de Hillary Clinton, que las de eventos para Trump, pero a pesar de que Trump ganó, las reservaciones para él no equipararon a las de tomas de posesión recientes.
"Los teléfonos no sonaron", expresó.
Las reservaciones aumentaron un poco después del Año Nuevo, pero algunos hoteles cambiaron su política y en vez de exigir un mínimo de cuatro noches para una reservación, las dejaron en dos. Algunos hoteles están reservados solo por la mitad, dijo, aunque los más lujosos al parecer tienen más reservaciones.
"El negocio ha estado mucho, mucho más débil de lo que jamás se podría anticipar para alguien que es juramentado por primera vez", indicó Ferguson.
De hecho, dijo, recientemente ha habido más reservaciones, pero para asistir a las protestas.
"Tan pronto se confirmó que la protesta iba a tener lugar, empezaron a ocuparse las habitaciones", manifestó.
Las autoridades calculan que la magnitud del evento se asemejará más a la segunda toma de posesión del presidente Barack Obama, en 2013, que atrajo a 800,000 personas más que la primera de Obama, en 2009, que atrajo a 1.8 millones.
Sin embargo, si bien es más fácil calcular cuánta gente va a venir a la toma de posesión, gracias a modelos estadísticos y a experiencias previas, es más difícil saber cuánta acudirá a la protesta el día después. En la solicitud de autorización para La Marcha de las Mujeres sobre Washington, los organizadores pusieron la cifra de 200,000 personas.