- ONU contra "discriminación"
- "Cierre no es progreso", Santa Sede
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres se expresó hoy contra las medidas que "discriminan por religión, etnia o nacionalidad", en referencia a la orden ejecutiva de Washington que restringe de modo temporal el ingreso a Estados Unidos de migrantes procedentes de siete países de mayoría musulmana. "Los países tienen el derecho, e incluso la obligación de gestionar de manera responsable sus fronteras para evitar infiltraciones por parte de terroristas, pero estas medidas no pueden basarse en la discriminación por motivos de religión, etnia o nacionalidad, porque esto va contra los principios fundamentales y los valores sobre los que se fundan nuestras sociedades", afirmó.
Por su parte, el periódico oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano, publicó hoy una nota editorial titulada "El cierre no es progreso", dedicada a las medidas migratorias adoptadas por Trump.
El texto no solo hace referencia a la reciente orden ejecutiva que impide el ingreso temporal a Estados Unidos de personas procedentes de siete países musulmanes sino también a la intención de Trump de construir un muro anti-inmigrantes en la frontera con México.
"Solo un análisis muy superficial -escribe el diario de la Santa Sede- puede hacer pensar que la lucha contra las distorsiones de una globalización mal gestionada va de la mano con el cierre de fronteras o con la construcción de muros cada vez más altos".
El texto explica que "lo demuestra la misma historia de Estados Unidos que construyó su potencia económica, y por lo tanto su influencia política, gracias al trabajo de los inmigrantes". Agrega que aquéllos "son un recurso precioso, como atestiguan las reacciones de muchos exponentes de primer plano del nuevo capitalismo frente a la decisión de limitar la inmigración: desde Tim Cook de Aplle (Steve Jobs, su creador, era de origen sirio) a Mark Zuckerberg de Facebook, la toma de distancia de la iniciativa de Trump ha sido unánime".
Guterres también expresó su preocupación general por los frenos a la inmigración en distintos países, incluso europeos. El funcionario dijo que está "particularmente preocupado por las decisiones que en todo el mundo han comprometido la integridad del régimen internacional de protección de los refugiados". Esta afirmación llegó a la prensa a través de una nota que había dado a conocer más temprano un portavoz del Palacio de Vidrio, quien precisó que Guterres no se refirió solo a la medida migratoria de Trump sino también a las acciones adoptadas en los últimos meses por parte de países europeos respecto del flujo migratorio. "Los refugiados que huyen de conflictos y persecuciones -agregó la nota- hallan cada vez más fronteras cerradas y un acceso cada vez más limitado a la protección que necesitan y que tienen derecho a recibir". Según Guterres, decisiones como la del presidente estadounidense "desencadenan ansiedad y la propagación de la ira, que pueden facilitar la propaganda de las organizaciones terroristas que todos nosotros queremos combatir".
"Las medidas ciegas, no basadas en informaciones sólidas, tienden a ser ineficaces porque corren el riesgo de ser pasadas por alto por los sofisticados movimientos terroristas de hoy en día", concluyó el comunicado del secretario general de la ONU. En el mismo sentido se manifestó el texto de L'Osservatore Romano: "cerrar las puertas a los inmigrantes significa privar al país de recursos potencialmente muy importantes".
"Es necesario recordar que la iniciativa del presidente (estadounidense) afecta a las personas provenientes de siete países considerados riesgosos respecto del terrorismo, con la exclusión de aquellos que mantienen estrechos intercambios económicos con Estados Unidos", alerta el texto. La editorial del diario vaticano agrega que "es muy pronto para hablar de un Trump aislado, y el mismo presidente -según quien el bloqueo parcial del aeropuerto de Nueva York no se debió a las protestas en su contra sino a un problema en el sistema de Delta Airlines- se apuró a subrayar que la mayoría de los estadounidenses lo apoyan".
"Pero seguramente Trump -concluye el diario- deberá tener en cuenta las reacciones de la sociedad civil, también las que llegan desde el catolicismo, sobre una iniciativa que puede no solo revelarse nociva para el ámbito económico sino que, en lo que concierne al rechazo de refugiados, parece realmente ir en contra de la tradición estadounidense de tutela de los derechos humanos". (ANSA).