Washington (AP). Alejándose de las posiciones republicanas más ortodoxas, el nuevo gobierno federal trabajará rápidamente para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, un enorme acuerdo comercial con México y Canadá que ha impulsado el comercio pero que aún pesa entre los obreros despedidos en la región centro-norte de Estados Unidos, afirmó el miércoles el nominado por el presidente electo Donald Trump para encabezar el Departamento de Comercio.
Durante su audiencia de confirmación ante el Congreso, el inversionista multimillonario Wilbur Ross dijo que todos los acuerdos de libre comercio deben reabrirse nuevamente de manera sistemática cada cierto tiempo para asegurarse de que operan de manera conveniente para Estados Unidos.
Ross se expresó a favor del libre comercio, pero resaltó su cercana relación con el Sindicato de Trabajadores Unidos del Acero, que ya lo respaldó, como prueba de que luchará para proteger a los empleados estadounidenses.
"El TLCAN lógicamente es lo primero con la que debemos lidiar", dijo Ross. "Debemos fortalecer las relaciones de la mejor manera posible en nuestro propio territorio antes de ir a otras jurisdicciones".
"Ese será uno de los primeros temas de este gobierno", añadió. "Creo que se pondrán sobre la mesa todos los aspectos del TLCAN".
Las posturas de Trump en cuestiones comerciales no concuerdan con las de la mayoría de los legisladores republicanos, que en general respaldan los pactos de comercio de Estados Unidos ya que los consideran una manera de impulsar las exportaciones y brindar artículos de consumo a precios accesibles.
Pero el comercio es un asunto que genera división en gran parte del país, y los ataques de Trump al TLCAN y a otros acuerdos durante su campaña electoral jugaron un papel importante en partes de Pennsylvania, Ohio, Michigan y Wisconsin, entidades en las que se llevó la victoria.
El TLCAN fue negociado y firmado por el presidente Bill Clinton con un amplio respaldo de los republicanos en el Congreso.
Los senadores de ambos partidos fueron condescendientes con Ross durante la audiencia de casi cuatro horas de duración, cuyo tono fue mucho más moderado que las de otros designados por Trump.
Las declaraciones sobre comercio por parte del nominado al Departamento de Comercio fueron bien recibidas por algunos demócratas, que por lo general son menos entusiastas que los republicanos en lo que respecta a los acuerdos comerciales.