WASHINGTON (Reuters) - El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, utilizó su primer encuentro con personal de alto rango el mes pasado para decir a sus nuevos asesores que no tolerará filtraciones a los medios de comunicación, dijeron fuentes familiarizadas con el asunto.
Dos fuentes con conocimiento de la reunión dijeron que Mnuchin dijo a los funcionarios que sus llamadas telefónicas y correos electrónicos podrían ser vigilados para evitar fugas. Una de las fuentes dijo que al personal se le informó que la vigilancia podría convertirse en una política permanente.
Funcionarios y ex empleados dijeron que, en una desviación de las prácticas anteriores, el acceso a un sistema informático clasificado en la Casa Blanca fue restringido por designados políticos para evitar que miembros del personal vean los memorandos que se preparan para el presidente Donald Trump.
En el Departamento de Seguridad Nacional, algunos funcionarios dijeron a Reuters que temen que haya una cacería en marcha para ubicar a la persona que filtró el borrador de un reporte de inteligencia que encontró poca evidencia de que los ciudadanos de siete países considerados en una prohibición de viaje sean una amenaza para el país.
La represión ha avivado la paranoia entre los funcionarios públicos de carrera en Washington, que dicen que parece haber sido diseñada para limitar el flujo de información dentro y fuera del Gobierno y para evitar que los empleados hablen con los medios sobre temas que podrían generar historias negativas.
Algunos reportes sobre disfunción dentro del Gobierno enfurecieron a Trump a pocas semanas de que comenzó su presidencia. El republicano ha descrito a los medios de comunicación como "mentirosos", "corruptos", "fallidos" y el "enemigo del pueblo estadounidense".
"Las filtraciones son absolutamente reales. Las noticias son falsas" declaró Trump en una rueda de prensa del 16 de febrero y dijo que pidió al Departamento de Justicia que investigue las filtraciones de "información confidencial que fue entregada ilegalmente" a periodistas sobre la relación entre sus colaboradores y Rusia.
Varios funcionarios de distintas agencias que hablaron con Reuters bajo condición de anonimato dijeron que algunos empleados temen que sus llamadas telefónicas y correos electrónicos podrían estar siendo vigilados y son reacios a expresar sus opiniones durante las discusiones internas.
Las fuentes también dijeron que los límites impuestos al flujo de información han dejado a ciegas a los funcionarios de nivel ministerial sobre algunos temas importantes y han generado incertidumbre entre los gobiernos extranjeros sobre la política de Estados Unidos.
En quizás el esfuerzo más enérgico para impedir las filtraciones, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, exigió que algunos asesores entregaran sus teléfonos para que pudieran ser revisados en busca de llamadas o mensajes de texto a la prensa, reportó el domingo Politico.
Las filtraciones sobre la inspección se dieron a conocer ráídamente. Reuters