Corea del Sur, 17 de abril, 2017 (Reuters). El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, emitió el lunes una severa advertencia a Corea del Norte, al afirmar que los ataques del Pentágono en Siria y Afganistán demuestran que la resolución del Gobierno de Donald Trump no debería ser puesta a prueba.
En declaraciones un día después de que Corea del Norte hiciera un fallido intento por probar un misil, Pence y el presidente interino de Corea del Sur, Hwang Kyo-ahn, también anunciaron que reforzarían las defensas ante Pyongyang mediante un despliegue anticipado del sistema de proyectiles THAAD.
Pence se encuentra en la primera escala de una gira por cuatro países de Asia que busca mostrar a los aliados de Estados Unidos, y recordar a sus adversarios, que el Gobierno del presidente Trump no dará la espalda a una región cada vez más volátil.
"Sólo en las últimas dos semanas, el mundo fue testigo de la fuerza y la resolución de las acciones de nuestro presidente tomadas en Siria y Afganistán", sostuvo Pence en una rueda de prensa conjunta con Hwang.
"A Corea del Norte no le iría bien si pone a prueba su determinación o el poder de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región", declaró.
Este mes, las fuerzas navales estadounidenses dispararon 59 misiles Tomahawk contra una base área de Siria tras el ataque con armas químicas supuestamente perpetrado por fuerzas de Damasco. Y el jueves, el Pentágono anunció que lanzó "la madre de todas las bombas" - el mayor dispositivo explosivo no nuclear - sobre una red de cavernas usadas por el Estado Islámico en Afganistán.
El lunes, la agencia de noticias norcoreana KCNA llevó una carta de líder Kim Jong Un, al presidente sirio, Bashar al-Assad, en conmemoración del 70 aniversario de la independencia de su país.
En una visita a la frontera que divide a la Península Coreana previamente en el día, Pence, cuyo padre peleó en la guerra de Corea de 1950 a 1953, dijo que Estados Unidos mantendría su "alianza de hierro" con Corea del Sur.
"Todas las opciones están sobre la mesa para alcanzar los objetivos de garantizar la estabilidad del pueblo de este país", dijo a periodistas en el lado surcoreano de la llamada zona desmilitarizada (DMZ, por su siglas en inglés).
"Hubo un periodo de paciencia estratégica pero ha terminado", añadió.