RICHMOND, Virginia, EE.UU. (AP) -- La posición radical de Donald Trump sobre inmigración está teniendo una gran influencia en la contienda por gobernador de Virginia, donde los candidatos de los dos partidos concentran gran parte de sus esfuerzos en oponerse o alinearse con el presidente estadounidense.
La elección es potencialmente un barómetro de los comicios congresionales de 2018 y la creciente influencia de los votantes inmigrantes -especialmente en el norte de Virginia- refleja cambios similares en otras partes del país que realizarán elecciones el año próximo.
Aunque las leyes de inmigración son un asunto federal, el gobernador puede tener un impacto en la población de inmigrantes tanto en tono como en políticas.
Los defensores de los inmigrantes dicen que la elección de Trump y sus medidas iniciales para incrementar los arrestos de inmigrantes han atemorizado a muchas familias en Virginia. Jennifer, una hondureña indocumentada de 20 años que vive en el norte del estado, dijo que tener un gobernador dispuesto a enfrentarse con Trump le daría esperanzas, mientras que un gobernador afín a Trump aumentaría sus temores.
"Toda mi familia está asustada", dijo. The Associated Press no usó su nombre completo porque ella y su familia temen ser identificadas por el gobierno para deportación.
Los candidatos demócratas Ralph Northam y Tom Perriello prometen resistirse fieramente a las posiciones de Trump sobre inmigración y abogan por políticas como la de permitir a los inmigrantes que residen ilegalmente en el país obtener licencias de conducción. Tradicionalmente, los demócratas en Virginia han mantenido silencio sobre el asunto.
Northam y Perriello han expresado un tono diferente sobre inmigración en campañas previas, enfatizando un respaldo a un enfoque en el cumplimiento de la ley. en 2011, Northam dijo en un debate para el Senado estatal que los inmigrantes indocumentados puede ser "una carga para la sociedad" y Perriello, un ex congresista, propuso en 2010 políticas que les permitiesen "autodeportarse".
El cambio de tono refleja que los demócratas no sientan más que tienen que estar a la defensiva, dijo el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Mary Washington Stephen Farnsworth.
"No hace mucho, los candidatos demócratas vacilaban a la hora de decir algo sobre inmigración", dijo.
Los portavoces de Perriello y Northam dijeron que los candidatos tienen largos historiales de defensa de los derechos de los inmigrantes indocumentados.
Del lado republicano, el favorito Ed Gillespie camina sobre la cuerda floja. El exdirector del Comité Nacional Republicano ha pasado años abogando por un partido más inclusivo.
Ahora como candidato, Gillespie ha prometido ser "muy enérgico" en el cumplimiento de las leyes de inmigración, creando una mayor cooperación entre las agencias del orden en Virginia y los funcionarios federales de inmigración. Ha prometido además poner fin a una política que permite a los hijos de inmigrantes ilegalmente en el país pagar tasas matrículas reducidas de residentes en universidades estatales.
Los otros dos candidatos republicanos, Corey Stewart y Frank Wagner, son ardientes partidarios de Trump y sus políticas. AP