BARCELONA (Reuters) - Manifestantes a favor de la independencia de Cataluña se congregaron en cientos de zonas de la región española el domingo, en unas movilizaciones que buscan protestar contra las iniciativas policiales y judiciales apoyadas por el Gobierno español para tratar de impedir un referendo independentista.
Fuerzas policiales arrestaron esta semana a funcionarios del gobierno catalán y realizaron una serie de operaciones para desmontar la logística de la consulta, lo que motivó protestas en las calles de Barcelona.
Pese a reconocer el golpe provocado por estas iniciativas al plan para votar en las urnas el 1 de octubre, el gobierno catalán ha dicho que el referendo sigue adelante.
Varios miles de manifestantes se reunieron el domingo en el centro de Barcelona cantando “¡Votaremos!” y mostrando papeletas. La multitud abucheó a un helicóptero de la policía durante los discursos de los organizadores de la protesta, en un momento de creciente irritación entre los nacionalistas catalanes por el aumento de la presencia policial en la región.
El Gobierno español comunicó el viernes a las autoridades catalanas el envío de refuerzos de la policía nacional a Cataluña mientras aumenta la tensión.
Entre 3.000 y 4.000 agentes de otras regiones de España habrían llegado ya a Cataluña o están de camino.
“Nos sentimos ocupados por las fuerzas policiales españolas. Porque esto no es democracia. Porque tenemos todo el derecho del mundo para decidir y con represión no vamos a ir a ningún sitio”, dijo Nuria Giménez, una ciudadana de 56 años. “Llevamos diez años manifestándonos. No lo vamos a dejar ahora por una semana que nos queda”.
Esta semana, el fiscal estatal de Cataluña comunicó a todas las fuerzas policiales -incluida la policía catalana, los Mossos d‘Esquadra- que se situarían temporalmente bajo una única cadena de mando y que reportarían directamente al Ministerio del Interior.
El gobierno catalán dijo que rechaza la orden, aunque el jefe de los Mossos explicó más tarde que cumplirá con lo solicitado pese a rechazar la tutela del Ministerio de Interior.
En declaraciones a la multitud en Barcelona, la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, dijo que los separatistas deben resistir las “provocaciones” del gobierno central.
“Quieren hacer ver que aquí hay violencia, pero no la hay, no la habido y no la habrá”, dijo Forcadell.
Aunque las encuestas muestran que menos de la mitad de los 5,5 millones de votantes de Cataluña quieren la secesión, la mayoría de los ciudadanos de la región desea tener la oportunidad de votar sobre el tema. Cataluña