ISLAMORADA, EEUU (Reuters) - Los residentes que volvieron el martes a los Cayos de Florida comprobaron que Irma destrozó casas rodantes como si fueran latas de refresco y que llenó los comercios de algas marinas, mientras subía el número de muertos por el segundo gran huracán en azotar a Estados Unidos este año.
Irma, uno de los huracanes más poderosos registrados en el Atlántico, dejó 43 muertos a su violento paso por el Caribe y al menos otros 12 en Florida, Georgia y Carolina del Sur.
En el Cayo Islamorada, una de las tres islas a donde las autoridades permitieron el martes que los residentes regresaran, las paredes de aluminio de los remolques habían sido arrancadas por la tormenta, exponiendo camas y cocinas a la luz del sol.
Marilyn Ramos, de 44 años, pasó toda la mañana limpiando la arena y las algas que cubrían su restaurante cubano Havanos después de volver el martes temprano.
“Estoy tratando de mantener la calma y de ver cómo superamos todo esto”, declaró la mujer que emplea a 30 personas en sus dos restaurantes. “Es devastador”.
Autoridades locales dijeron a unos 90.000 residentes de Miami Beach y de algunas partes de los Cayos de Florida que podían regresar a casa, pero advirtieron que podría no ser prudente permanecer ahí. Irma llegó a los Cayos el domingo con vientos sostenidos de más de 215 kilómetros por hora.
Más de 6 millones de hogares y negocios permanecían sin electricidad en Florida y estados cercanos. La mayor central de Florida dijo que partes occidentales del estado podrían seguir sin servicio hasta el 22 de septiembre.
Irma, que devastó partes del Caribe la semana pasada, fue degradado a depresión post tropical y se espera que se disipe el martes, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
En su momento de mayor intensidad, Irma obligó a la evacuación de 6,5 millones de personas, la más multitudinaria en la historia de Estados Unidos.
“MUCHAS ÁREAS” INUNDADAS
La ciudad de Jacksonville, en el noreste de Florida, se recuperaba de fuertes inundaciones. “Hay muchas áreas que uno nunca habría pensado que iban a inundarse, que se inundaron”, dijo a periodistas el gobernador de Florida, Rick Scott.
Irma destruyó cerca de un tercio de los edificios en la parte holandesa de la isla de San Martín, en el Caribe, en su paso hacia Florida, dijo el martes la Cruz Roja holandesa.
El huracán azotó Estados Unidos poco después de Harvey, que barrió Houston a fines del mes pasado matando a cerca de 60 personas y provocando daños por unos 180.000 millones de dólares, debido sobre todo a inundaciones.
El portaaviones estadounidense Abraham Lincoln llegó el martes a la costa este de Florida y dos barcos anfibios iban en camino para ayudar a Los Cayos. Las fuerzas militares distribuirán alimentos y apoyarán en la evacuación de unos 10.000 residentes que no dejaron el lugar cuando impactó la tormenta.
Varios aeropuertos importantes en Florida que habían detenido el transporte de pasajeros por Irma reanudaron servicios limitados, incluido el terminal internacional de Miami, uno de los más ajetreados de Estados Unidos.
Aún restan dos meses y medio para que termine la actual temporada de huracanes del Atlántico. EL CNH está siguiendo de cerca otro ciclón, José, que se desplaza por el Caribe y actualmente se ubica a unos 1.130 kilómetros del continente.
Los daños por Irma a propiedades aseguradas en Florida oscilarán entre 20.000 millones y 40.000 millones de dólares, estimó la firma de evaluación de catástrofes AIR Worldwide. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo en una conferencia en Nueva York que la tormenta acabaría impulsando el crecimiento gracias a la reconstrucción.
Reporte adicional de Daniel Trotta en Orlando, Bernie Woodall, Ben Gruber y Zachary Fagenson en Miami, Dan Whitcomb en Los Angeles, Letitia Stein en Detroit, Jon Herskovitz en Austin, Texas; Colleen Jenkins en Winston-Salem, Harriet McLeod en Mt. Pleasant y Svea Herbst-Bayliss y Scott DiSavino en Nueva York. Escrito por Scott Malone. Editado en español por Marion Giraldo y Natalia Ramos