MADRID (Reuters) - Miles de españoles salieron el jueves a las calles de Madrid y Barcelona, en un día festivo que fue usado para demostrar unidad ante los intentos de Cataluña para declarar su independencia y en el que la capital se vio inundada de banderas con los colores nacionales.
Los planes secesionistas de Cataluña han empujado a España a su peor crisis política desde el intento de golpe de Estado de 1981, con Madrid instando al gobierno regional a aclarar antes del lunes si declaró o no una independencia unilateral que llevaría a la aplicación de medidas constitucionales extraordinarias.
El habitual desfile militar que se realiza en Madrid el 12 de octubre para conmemorar el aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América en nombre de la corona española tuvo lugar en una ciudad adornada con banderas españolas en una muestra de unidad.
“Vinimos con toda la familia para celebrar el día de España (...) y apoyar a las fuerzas de seguridad del Estado y al Gobierno después de esta complicada situación en la que hemos estado viviendo estos últimos días”, dijo Carlos Álvaro, un residente de Madrid.
La tensión sigue alta entre el Gobierno central y Cataluña, luego de que el líder de la región firmó el martes una declaración simbólica de independencia tras los resultados de un referéndum realizado el 1 de octubre que Madrid había declarado ilegal.
El jefe del gobierno catalán, Carles Puigdemont, proclamó el martes la independencia de la región pero dijo que sus efectos deben postergarse para permitir un diálogo con Madrid, lo que decepcionó a muchos independentistas.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, le dio a Puigdemont ocho días para abandonar su intento independentista o la región enfrentará la suspensión de su autonomía política.
Si el líder catalán no responde a tiempo o confirma la voluntad de declarar la independencia, Rajoy podría imponer un gobierno dirigido por Madrid, una opción consagrada en el artículo 155 de la Constitución de 1978. “Pides diálogo y te contestan poniendo el 155 sobre la mesa. Entendido”, dijo Puigdemont, en su cuenta de Twitter a última hora del miércoles.
Sin embargo, continúa la incertidumbre sobre lo que significaría en la práctica aplicar el artículo 155, que nunca antes había sido invocado. Analistas políticos esperan que el próximo paso de Rajoy sea convocar a elecciones regionales rápidas para trazar un camino para salir de la crisis.
El rey Felipe presidió el desfile en Madrid, que incluyó a casi 4.000 efectivos militares y policiales. La semana pasada, en una inusual intervención, el monarca acusó a los líderes secesionistas de romper los principios democráticos y dividir a la sociedad catalana.
La gente también se reunió en el centro de Barcelona, la capital catalana, donde la represión policial durante la prohibida votación del 1 de octubre exacerbó la crisis.
El diario El Mundo reportó que 65.000 personas se reunieron el jueves en Barcelona, al menos 10 veces más que en las fiestas nacionales del año pasado, pero solo una quinta parte de la multitud que mostró su rechazo a la independencia el pasado fin de semana. España