BRUSELAS/EL CAIRO (Reuters) - El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó el lunes a que la Unión Europea siga los pasos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y reconozca a Jerusalén como la capital de Israel, pero los ministros del bloque rechazaron esta propuesta por considerar que atenta contra el proceso de paz.
En tanto, el presidente palestino Mahmoud Abbas presentó el lunes sus argumentos ante Egipto y se esperaba que viajara a Turquía para una reunión de países musulmanes esta semana, consolidando el apoyo de los líderes que señalan que la medida de Estados Unidos fue un grave error.
Trump anunció el miércoles que Washington reconocería a Jerusalén como la capital de Israel, revirtiendo décadas de política exterior estadounidense y rompiendo el consenso internacional de que el estatus de la ciudad debe ser dejado a las conversaciones entre palestinos e israelíes.
Militantes palestinos en Gaza lanzaron un cohete hacia Israel y el ejército israelí dijo que respondió con ataques aéreos y disparos de tanques contra una posición de Hamas, el grupo islamista que controla el enclave.
Los choques en los territorios palestinos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad israelíes, que han dejado decenas de heridos y varios muertos desde que Estados Unidos hizo su anuncio, parecen haber disminuido.
Netanyahu, en su primera visita a las oficinas centrales de la UE en Bruselas, dijo que la decisión de Trump hace posible la paz en Oriente Medio “porque reconocer la realidad es la esencia de la paz, el fundamento de la paz”.
Israel, que anexó Jerusalén Este tras ocuparla en la guerra de 1967, considera que toda la ciudad es su capital. Los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital de un futuro estado independiente.
El gobierno de Trump señala que permanece comprometido con el proceso de paz y su decisión no afecta las futuras fronteras o el estatus de Jerusalén. Plantea además que cualquier futuro acuerdo de paz creíble establecerá la capital israelí en Jerusalén y que es necesario abandonar políticas obsoletas para revivir un proceso de paz estancado desde 2014.
Pero incluso los aliados europeos más cercanos a Israel han rechazado esta lógica y dicen que reconocer unilateralmente a Jerusalén como capital podría alentar la violencia y arruinar aún más las posibilidades de paz.
Tras un desayuno a puertas cerradas entre Netanyahu y ministros de relaciones Exteriores de la UE, la ministra sueca dijo que ningún país había apoyado la decisión de Trump ni emularía a Estados Unidos trasladando su embajada.
“Me cuesta creer que algún otro país haría eso y no creo que un país europeo lo haga”, dijo Margot Wallstrom a periodistas.
Por su parte Abbas se reunió en El Cairo con el presidente egipcio Abdel Fatah al-Sisi, y con el líder de la Liga Árabe. Egipto es un aliado clave de Estados Unidos que tiene un tratado de paz con Israel y ha mediado en negociaciones en el pasado entre palestinos y el Estado judío así como entre facciones palestinas. UE