"Hay dos cosas que no podrá cambiar el Brexit: nuestra historia y nuestra geografía", ha proclamado a micrófono abierto el presidente Emmanuel Macron en su primera visita oficial al Reino Unido, precedida de las declaraciones inequívocas de su propio portavoz: Francia vería "con buenos ojos" la decisión de parar la salida de la UE, si sus vecinos decidieran dar un volantazo...
Macron se ha sumado así a las voces de Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, que han declarado esta misma semana que Bruselas recibiría con los brazos abiertos un cambio de opinión del Gobierno, del Parlamento y del pueblo británicos.
"El Brexit es una decisión tomada por el Reino Unido que respeto, aunque lamento", ha declarado el presidente francés durante la rueda de prensa posterior a su encuentro con Theresa May. "La salida de la UE no ha sido el principal foco de nuestra conversación. Y espero que las negociaciones no afecten a nuestra relación, que no solo tienen una base geográfica, sino que están basadas en fuertes vínculos humanos".
Macron ha llegado a tiempo para almorzar con May en el célebre 'gastro pub' The Royal Oak, en Maidenhead. Los dos pasaron después revista a las tropas en la Academia Militar de Sandhurst, donde se celebró la trigésimo quinta cumbre anglo-francesa, centrada esta vez en materia de seguridad y de inmigración, con el Brexit como inevitable telón de de fondo.
Los dos Gobiernos anunciaron la creación de un consejo ministerial conjunto de defensa y la firma de un nuevo tratado de inmigración complementario del acuerdo de Le Touquet, sellado en el 2003, que permitió el traslado de las aduanas francesas a Dover y de los controles británicos a Calais para facilitar el comercio entre los dos países a través del eurotúnel.
Unidad ante a la migración
Desde su llegada al Elíseo, Macron ha suavizado su retórica y ha propiciado un acercamiento a Londres que se ha visto reforzado con su visita oficial. "Yo nunca dije que quería romper el acuerdo de Le Touquet", ha recordado. "Pero lo que está ocurriendo en Calais no es satisfactorio y tiene que mejorar. Hemos desmantelado la Jungla y no vamos permitir que se vuelva a levantar un campamento si miliar. Pero tiene que mejorar no solo la seguridad, sino el trato humanitario a los refugiados".
Theresa May ha justificado por su parte el gasto adicional de 52 millones de euros por parte del Gobierno británico para contribuir a mejorar la situación en Calais. "Lo que está en juego es la seguridad de nuestras propias fronteras", ha asegurado. "Y tenemos también el deber moral de facilitar la reunión de los menores con sus familias en el Reino Unido, y de reducir al mismo tiempo el número de refugiados y combatir el problema del tráfico humano".
Como gesto simbólico, en el preámbulo de la cumbre, Macron confirmó la cesión del histórico tapiz de Bayeux (que representa la invasión de las islas británicas por los normandos) al Museo Británico. Se trata de la primera ocasión en que la pieza histórica sale de suelo francés en nueve siglos. "Tenemos que tejer un nuevo tapiz juntos", ha dicho en el momento de recalcar el valor de la donación temporal.
Seguridad y defensa
En su encuentro en Sandhurst, May y Macron han anunciado el refuerzo de los lazos entre los dos países en materia de seguridad y cooperación. El Gobierno británico y el francés se ha comprometido a hacer causa común en política exterior en cuestiones como Rusia, Irán y el Sahel africano. Londres se ha comprometido a aportar una fuerza de tres helicópteros de la RAF para la misión francesa en Mali.
A la pregunta sobre si los primeros ministros británicos son ahora menos influyentes fuera de la Unión Europea, Macron ha recalcado que el Reino Unido sigue siendo miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidad y que el Brexit no disminuirá su influencia su influencia exterior. El presidente galo ha añadido que ocurra lo que ocurra durante la siguiente fase de la negociación, "la calidad de nuestras relaciones bilaterales no se verá afectada".
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"Salimos de la Unión Europea, pero no dejamos Europa", ha recalcado May, que ha reiterado que su país dejará de formar parte del Mercado Único y buscará "diferente relación comercial con la UE" en el futuro. Macron se ha remitido a las palabras del negociador-jefe de la UE Michel Barnier y advirtió a su anfitriona: "Fuera del Mercado Único, la City de Londres no tendrá el mismo acceso a los mercados financieros europeos que tiene ahora".
Ante la mirada circunspecta de May, Macron aseguró que sería un "hipocresía" intentar mantener los mismos beneficios económicos fuera del Mercado Unico. "La elección es del Reino Unido, no es mía", recalcó. "Si ustedes quieren acceso a los servicios financieros, sean mis huéspedes... Pero eso significar que tendrán que contribuir al presupuesto y aceptar la jurisdicción europea, como hace Noruega, que también acepta la libertad de movimientos. Esas son las reglas, y si no se respetan el mercado único perdería coherencia". UE | internacional