Washington, 6 ene (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha aplicado el peor castigo a Pakistán desde 2001 con la congelación de la ayuda militar, una medida que pone en riesgo las operaciones en Afganistán y deteriora la relación con un aliado necesario pero complejo.
El Departamento de Estado, encargado de hacer el anuncio el jueves, insistió en presentarlo como una suspensión temporal que se puede levantar si Islamabad "toma acciones decisivas" contra grupos terroristas como los talibanes afganos o la red Haqqani, que atenta en Afganistán contra tropas estadounidenses y nacionales.
Sin embargo, en las últimas horas Trump se ha posicionado en Twitter a favor de cortar esa ayuda y utilizarla para construir infraestructuras en Estados Unidos, una de sus grandes promesas de campaña.
El mandatario tuiteó que considera una "buena idea" el proyecto de ley que presentará en los próximos días el republicano libertario Rand Paul para que el dinero cancelado a Pakistán se utilice en dotar al país de más "carreteras y puentes", poniendo a "Estados Unidos primero", el gran lema electoral de Trump.
El presidente contradijo así, una vez más, a su Departamento de Estado, cuya portavoz, Heather Nauert, aseguró que esos fondos no se emplearán en ninguna otra cuestión y que hay "flexibilidad" para desbloquearlos si Pakistán atiende las peticiones estadounidenses.
La portavoz no precisó la cantidad total congelada pero sí dijo que se trata de un monto "significativo" y que aún se trabaja sobre la cifra concreta.
El New York Times estima que la medida podría afectar hasta a 1.300 millones de dólares en ayuda anual.
Aunque el consenso político en Washington es que Pakistán no ha cumplido su compromiso de retirar el apoyo y contener a los terroristas, muchas voces consideran abrupta la medida de Trump y alertan que pone en peligro las operaciones en Afganistán.
Al Pentágono, según han filtrado varios funcionarios a los medios, le preocupa que el Gobierno paquistaní pueda negar el acceso a las rutas terrestres que EE.UU. usa para llevar suministros a sus alrededor de 14.000 soldados desplegados en suelo afgano.
"Casi todos los vuelos militares que entran en Afganistán pasan por el espacio aéreo paquistaní. La mayor parte de los suministros viajan a través de las carreteras y vías paquistaníes. Pakistán podría impedir el acceso estadounidense en cualquier momento, y algunos oficiales paquistaníes están amenazando con hacer eso", recuerda hoy en un editorial el New York Times.
Además, los expertos coinciden en que Pakistán podría responder acercándose a China o a Rusia, potencias siempre dispuestas a ocupar los espacios de influencia que Estados Unidos deja en el mundo.
"Hay límites al poder coercitivo de Estados Unidos sobre Pakistán. Tiene muchos intereses además del conflicto afgano: garantizar un control estable de sus armas nucleares, disuadirle de resucitar sus actividades de proliferación nuclear y prevenir una gran guerra con India, así como ataques terroristas en ese país", explicó hoy en un artículo la experta de la Institución Brookings Vanda Felbab-Brown.
En su opinión, "aunque las quejas de Estados Unidos son justas, la suspensión de ayuda militar y otras posibles acciones coercitivas muy probablemente no alterarán fundamentalmente el comportamiento de Pakistán".
La analista, especialista en Inteligencia y Política Exterior, recuerda que la ayuda militar a Pakistán se redujo 60 % entre 2010 y agosto de 2017 "sin un impacto significante en su comportamiento".
La "acción más extrema" que el Gobierno estadounidense puede tomar contra Pakistán es designarlo un Estado patrocinador del terrorismo, como Irán, lo que cortaría toda asistencia al país, indicó hoy en otro artículo de Brookings Bruce Riedel, el director del centro para Oriente Medio de la institución.
Las relaciones con Pakistán se han deteriorado desde que Trump llegó a la Casa Blanca hace casi un año, pero los choques entre ambos Gobiernos a cuenta del combate del terrorismo han sido continuos desde los atentados terroristas del 11 de septiembre en EE.UU. tanto con mandatarios republicanos como demócratas. México :: Mundo