Bruselas/Londres/Berlín (EuroEFE).- La batalla sobre el "brexit" se reactiva con el rechazo de Bruselas al plan de contingencia británico para la frontera irlandesa, las tensiones en el seno del Gobierno británico y el lanzamiento de una ambiciosa campaña por un segundo referendum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Bruselas rechaza el plan de contingencia británico para la frontera irlandesa
El jefe negociador de la Comisión Europea (CE) para el "brexit", Michel Barnier, rechazó este viernes el último plan de contingencia de Reino Unido para evitar una frontera restrictiva en Irlanda al considerar que "lo que es factible para Irlanda del Norte no lo es necesariamente para todo el Reino Unido".
"El plan de contingencia no puede extenderse al Reino Unido en su totalidad", dijo Barnier en una rueda de prensa tras la ronda de negociaciones técnicas celebrada en Bruselas sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
La última propuesta británica, publicada este jueves tras una tensa semana en el gabinete de la primera ministra, la conservadora Theresa May, supondría que todo Reino Unido quedase alineado con la unión aduanera hasta no encontrar una solución que evite una frontera restrictiva entre Irlanda e Irlanda del Norte.
Londres dice que "nunca" aceptará una aduana que separe a Irlanda del Norte
El Gobierno británico afirmó que "nunca" aceptará una aduana entre Irlanda del Norte y el Reino Unido, después de que Bruselas haya rechazado un plan para que el país al completo se mantenga en la unión aduanera comunitaria mientras no se llegue a un acuerdo sobre el "brexit".
"La primera ministra (Theresa May) ha sido muy clara al decir que nunca aceptaremos una frontera aduanera entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido", declaró en un comunicado un portavoz oficial de la jefa de Gobierno británica.
"También estamos comprometidos a mantener la integridad de nuestro propio mercado interno. Esa posición no cambiará", agregó ese portavoz.
El Ejecutivo de May considera que las propuestas hechas hasta ahora por la Comisión Europea en ese terreno "no han logrado" asegurar que se preserva esa integridad.
"Por ese motivo hemos establecido nuestro propio plan de contingencia para las aduanas", agregó el portavoz del Gobierno, quien subrayó que todas las partes deben "recordar" la necesidad de proteger el acuerdo de paz de Viernes Santo, que prevé una frontera abierta entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, ha advertido en una conversación privada que el Reino Unido va camino a una "crisis" del "brexit", y que afronta "el momento de la verdad" ante Bruselas.
El ministro, partidario de una salida "dura" de la UE -fuera de la unión aduanera- hizo estas confesiones durante una reunión esta semana del "Conservative Way Forward", un grupo que fomenta políticas conservadoras, y que fueron grabadas en secreto y distribuidas a la web de noticias "BuzzFeed".
Las declaraciones, de las que se hacen eco este viernes los medios, salen a la luz en momentos críticos de las negociaciones con la Unión Europea sobre la salida británica del bloque y ante las divisiones internas en el Partido Conservador de la primera ministra, Theresa May, sobre la futura relación comercial con el bloque comunitario.
En la conversación, Johnson dijo que el "brexit" es "irreversible" y que el departamento del Tesoro es el "corazón" del "remain" (la permanencia en la UE), en referencia al titular de Economía, Philip Hammond, el más proeuropeo del Gobierno y que está a favor de mantener un fuerte vínculo comercial con la UE.
Johnson resaltó que May "entra en una fase en la que seremos más combativos con Bruselas. Hay que afrontar el hecho de que puede haber una crisis. ¿Ok? No quiero que nadie tenga pánico durante la crisis" (utilizó la palabra 'meltdown' en inglés, que en este sentido también podría ser traducida como desastre o colapso).
"Hacen falta dos para bailar el tango", dice Hammond al pedir ayuda a Bruselas
Desde Berlín, el ministro británico de Economía, Philip Hammond, advirtió este viernes a la UE de que debe ayudar a definir su relación con Reino Unido tras el "brexit" y reconoció que, con su salida, Londres perderá "derechos" que tenía como socio comunitario.
Hammond realizó estas declaraciones al intervenir en un foro de la fundación alemana de empresas familiares, en un discurso en el que apuntó que la consecución exitosa del "brexit", la salida del Reino Unido de la UE, sólo será "posible" si "ambas partes quieren" ya que esto es una conversación entre "dos".
"Hace falta dos para bailar tango", dijo Hammond en alemán ante varios centenares de empresarios, pese a reconocer que entiende el "instinto" en el continente de tratar de dejar la resolución del problema íntegramente a Londres.
El ministro británico aseguró que la UE debe comprender la postura de Reino Unido y que su país, por su parte, debe darse cuenta de que Bruselas nunca aceptará nada que asemeje una elección selectiva por parte de Londres de ciertos ámbitos de cooperación, los que le interesan.
Tras el "brexit", prosiguió, "Reino Unido no tendrá todas las responsabilidades" que tienen los miembros plenos de la UE y, obviamente, tampoco tendrá todos los "derechos": habrá de encontrarse un "nuevo equilibrio" entre las dos partes.
Un grupo anti-"brexit" lanza una ambiciosa campaña por un segundo referéndum
Un nuevo grupo anti-"brexit", financiado por el multimillonario estadounidense de origen húngaro George Soros, presentó este viernes en Londres una ambiciosa campaña para promover un segundo referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El grupo de presión "Best for Britain", integrado por políticos, empresarios y representantes del sector benéfico, expuso a la prensa su "hoja de ruta" hacia un nuevo plebiscito, que se celebraría antes de la fecha oficial de "brexit", que es el 29 de marzo de 2019.
Mark Malloch Brown, un exsecretario de Estado laborista que actualmente se sienta en la Cámara de los Lores, amigo personal de Soros y cabeza visible de la campaña, reveló que de aquí a octubre se intentará convencer a los diputados en la Cámara de los Comunes de que apoyen y legislen a favor de la segunda consulta.
En el nuevo referéndum, los británicos, que en 2016 decidieron por un 52 % frente al 48 % abandonar la UE, votarían sobre el acuerdo final que alcance con Bruselas el Gobierno conservador de la primera ministra británica, Theresa May.
"Las dos opciones serían: aceptamos el acuerdo que ofrece May, con todos los detalles sobre la mesa, o lo rechazamos y seguimos dentro de la UE", dijo Malloch Brown.
De acuerdo con el plan, el primer paso es organizar una campaña por todo el país para decantar la opinión pública a favor de otro referéndum, entre indicaciones en los estudios del grupo de que "ahora hay más gente partidaria", según la consejera delegada, Eloise Todd.
Paralelamente, "Best for Britain" presionará a los diputados para que, cuando el próximo octubre se dispongan a votar el proyecto de ley que recogerá el acuerdo logrado por May, introduzcan una enmienda a fin de autorizar "el plebiscito popular". EFE