LONDRES (Reuters) - El ministro para el Brexit David Davis ha dimitido argumentando que no quería ser un “soldado reticente” en los planes de la primera ministra Theresa May para salir de la Unión Europea, propinando un revés a una dirigente que se esfuerza por terminar con las divisiones entre sus ministros.
La renuncia, presentada a última hora de la noche, fue elogiada por los partidarios del Brexit en el Partido Conservador de May, que creen que su plan de buscar los vínculos comerciales más estrechos posibles con la UE traicionan su deseo de una ruptura limpia con el bloque.
Su dimisión pareció alentar a otros, ya que una fuente dijo que un viceministro del mismo departamento también había renunciado, solo dos días después de que May mantuviera un encuentro de crisis con los ministros para superar las profundas divisiones sobre el Brexit.
Cando faltan nueve meses para que el Reino Unido abandone la UE, y apenas algo más de tres para que la UE diga si quiere un acuerdo, May ha estado bajo una intensa presión del bloque y de muchos empresarios para que revele su posición negociadora.
May consideraba que había hecho lo suficiente para avanzar con ese tenso proceso en el encuentro de su residencia campestre de Chequers. Las renuncias complican aún más la situación y cuestionan la capacidad de May para obtener el respaldo del Parlamento a sus planes del Brexit, e incluso si habrá una lucha por el liderazgo.
“La dirección general de la política nos dejará en el mejor de los casos en una posición negociadora débil, y posiblemente, ineludible”, dijo Davis en su carta de dimisión a May.
Davis criticó la decisión de la líder británica de mantener un “libro de reglas comunes” con la UE, igualando las normas y regulaciones del bloque, al decir que entregaría “el control de vastos sectores de nuestra economía a la UE y ciertamente no devuelve el control de nuestras leyes”.
“Me parece que el interés nacional requiere un Secretario de Estado en mi Departamento que sea un creyente entusiasta en su enfoque, y no un mero soldado reticente”, dijo Davis.
May contestó a su carta diciendo que no estaba de acuerdo “con su caracterización de la política que acordamos en el gabinete el viernes”, y le agradeció su trabajo.
A la salida de Davis se sumaría, según dijo una fuente del Ejecutivo, la de Steve Baker, un alto cargo en el departamento de Davis y uno de los miembros del Gobierno que apoyaba una ruptura limpia con la UE.
Medios locales informaron que también dimitió otra subsecretaria del departamento de Brexit, Suella Braverman, aunque no hubo confirmación oficial y no respondió a una solicitud de comentarios.
Después de la reunión en Chequers, que duró horas, May parecía haber persuadido a los radicales pro-Brexit del gabinete, incluido Davis, para respaldar su plan de presionar por “una zona de libre comercio de bienes” con la UE y mantener estrechos vínculos comerciales.
Ganó el respaldo de otro partidario del Brexit de alto perfil. Michael Gove, el ministro de Medio Ambiente de May, dijo el domingo que si bien la postura de negociación acordada no era perfecta, consideraba que se había devuelto la gestión al Reino Unido.
Sin embargo, Davis había expresado su inquietud sobre un plan de consenso hasta la víspera de la reunión, escribiendo una carta a May en la que describía su propuesta para facilitar el comercio y darle a Reino Unido más libertad para establecer aranceles como “impracticable”.
No es la primera vez que Davis abandona cuando no está de acuerdo con su partido. En 2008, cuando los conservadores no estaban en el gobierno, Davis renunció como miembro del Parlamento para elevar el perfil de un debate sobre la erosión de las libertades civiles que a su juicio se estaba produciendo.
Otros parlamentarios conservadores que apoyan el Brexit han criticado el “acuerdo de paz” de Chequers, diciendo que el Brexit que ofrecía May era solo nominal y constituía una traición respecto a su promesa de una ruptura limpia con la UE.
Estas quejas plantean el interrogante de si May puede lograr respaldo en el Parlamento para sus planes si se llega a un acuerdo con la UE a finales de este año, y algunos sugieren que varios de los que se oponen al plan para el Brexit podrían tratar de desencadenar una contienda por el liderazgo en contra de la primera ministra. Reuters