WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump, todavía furioso con un juez que falló en contra de su política de asilo, inició su feriado del Día de Acción de Gracias alegando que las cortes deben someterse a su gobierno en materia de seguridad fronteriza, porque los jueces “no saben nada sobre esto y vuelven inseguro a nuestro “País”.
Apuntando contra el poder judicial, Trump tuiteó que ”(el presidente de la Corte Suprema, John) Roberts (Foto) puede decir lo que le venga en gana”, pero la corte de apelaciones con sede en San Francisco y con una mayoría de jueces designados por presidentes demócratas “es un desastre total y absoluto”.
Roberts emitió un comunicado el miércoles con una enérgica defensa de la independencia del poder judicial y refutando la afirmación de Trump de que los jueces son aliados políticos del partido del presidente que los designó. Trump respondió inmediatamente con un tuit.
Es la primera vez que Roberts, el jefe del poder judicial federal designado por un presidente demócrata, formula la menor crítica al presidente, quien en muchas ocasiones ha fustigado a los jueces federales que fallan en su contra.
Es sumamente inusual que un presidente critique personalmente a un juez. La réplica de un juez de la Corte Suprema a declaraciones del presidente no tiene precedentes en la era moderna.
El tema tiene todo el aspecto de una pelea que encanta a Trump y que Roberts preferiría evitar, pero ante las reacciones al nombramiento del juez Brett Kavanaugh, Roberts y varios de sus colegas se han esforzado por refutar la percepción de que el tribunal supremo se ha convertido en una institución política integrada por cinco republicanos conservadores y cuatro demócratas liberales.
Los nombramientos de Trump a la Corte Suprema y los tribunales federales han provocado acusaciones de politización de la justicia. Roberts, considerado el juez más próximo al centro, podría determinar el desenlace de casos de gran repercusión que dividen al tribunal.
El drama comenzó el martes, cuando Trump criticó al juez federal Jon S. Tigar, de San Francisco, cuyo fallo del lunes anuló el decreto presidencial que denegaba el asilo a los migrantes. Trump dijo _no por vez primera_ que la Corte de Apelaciones del 9no Circuito “está fuera de control” y que “tiene una reputación horrible”.
El miércoles, ante una pregunta de The Associated Press, Roberts defendió la independencia de los tribunales federales y rechazó la idea de que los jueces son leales a los presidentes que los nombran.
“No tenemos jueces de Obama o jueces de Trump, jueces de Bush o jueces de Clinton”, dijo Roberts. “Tenemos un grupo extraordinario de jueces abnegados que hacen todo lo que está en su poder para dar los mismo derechos a quienes comparecen ante ellos”.
“La judicatura independiente es algo que todos deberíamos agradecer”, añadió.
Trump respondió desde su club privado en Florida: “Lo lamento, juez Roberts, pero en verdad sí tenemos ‘jueces de Obama’ y su visión es muy distinta de la de los que tienen a su cargo la seguridad de nuestro país”. Trump