ISLAMABAD (AP) — Los talibanes no buscan un “monopolio del poder” en un futuro gobierno en Afganistán, sino vías para la coexistencia con las instituciones, dijo el miércoles un vocero del grupo insurgente, en lo que constituye la declaración más conciliadora hasta la fecha de los milicianos.
Las declaraciones de Suhail Shaheen, realizadas a The Associated Press a través de un mensaje de audio desde Qatar _donde los talibanes mantienen una oficina_, se produjeron luego de que un enviado designado por Estados Unidos reportó avances en sus conversaciones con los talibanes, que actualmente controlan casi la mitad del país y perpetra ataques casi a diario, mayormente contra fuerzas de seguridad o funcionarios afganos.
Shaheen agregó que una vez que las fuerzas estadounidenses se retiren del país, los talibanes quieren convivir con los demás afganos, “tolerarnos unos a otros y empezar una vida como hermanos”.
“Creemos en un mundo afgano inclusivo, donde todos los afganos puedan verse en él”, agregó.
El emisario estadounidense Zalmay Khalilzad reportó esta semana que había “acuerdos sobre principios” para un acuerdo de paz con el Talibán. Shaheen dijo que habrá otra ronda de negociaciones con Khalilzad el 25 de febrero en Doha.
Khalilzad, quien sostuvo un diálogo con el Talibán durante seis días la semana pasada en Qatar, dijo durante una visita a Kabul el lunes que falta mucho por hacer pero que se han logrado avances significativos.
El presidente afgano Ashraf Ghani ha prometido a sus ciudadanos que no habrá acuerdo sin la participación y aprobación plena del gobierno.
Estados Unidos invadió Afganistán en noviembre del 2001 en respuesta a los ataques terroristas del 11 de septiembre y derrocó al Talibán que hospedaba en el país a Al Qaeda y a su líder Osama bin Laden. El Talibán, que gobernaba Afganistán desde 1996, había impuesto un estricto régimen islamista.
Shaheen añadió que Estados Unidos y el Talibán nombrarán una comisión junta que elabore los detalles de una retirada militar estadounidense de Afganistán y de maneras de evitar que el país se convierta nuevamente en un refugio para grupos terroristas como Al Qaeda.
Khalilzad, quien fue nombrado en septiembre del año pasado, ha estado involucrado en un proceso para poner fin a la dilatada guerra civil afgana de tal manera que se permita una retirada militar estadounidense y el fin de la intervención bélica más extensa en la historia de Estados Unidos, que le ha costado a Washington alrededor de un billón de dólares. Afganistán
Foto; En esta imagen distribuida por el Palacio Presidencial afgano, el presidente Ashraf Ghani (centro), habla con el enviado de paz de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad (tercero por la izquierda) en el palacio, en Kabul. Afganistán, el 28 de enero de 2019. (Palacio Presidencial afgano vía AP)