LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, podría sufrir una nueva derrota en el Parlamento el jueves, en una votación relacionada con su plan para renegociar el acuerdo del Brexit, lo que socavaría su promesa a la Unión Europea de que, con los cambios oportunos, puede lograr la ratificación del acuerdo.
El equipo de May considera que la votación simbólica del jueves solo es una convalidación adicional a su plan de tratar de introducir modificaciones en el acuerdo de divorcio con la UE, dándole más tiempo para abordar la principal preocupación de los legisladores sobre el documento acordado con Bruselas: la salvaguarda irlandesa.
La salvaguarda o “backstop” es un mecanismo de seguridad para evitar la restauración de una frontera física entre la República de Irlanda, país miembro de la UE, e Irlanda del Norte, territorio británico.
No obstante, los partidarios de un Brexit abrupto en el Partido Conservador de May están irritados porque consideran que la primera ministra ha aceptado descartar una salida sin acuerdo, algo que May y su equipo niegan, afirmando que si no hay un acuerdo, Reino Unido abandonará la UE en marzo 29 sin un pacto con Bruselas.
El nuevo giro en la negociación para abandonar la UE, que ha durado dos años, pone de relieve las profundas divisiones sobre la salida del bloque en el Parlamento, donde algunos diputados se oponen al proceso, que supone el mayor cambio político y comercial del país en más de 40 años.
Una rebelión, incluso en una votación simbólica, sería un nuevo varapalo para May, quien ha insistido a los líderes de la UE con la idea de que, si le ofrecen más concesiones al acuerdo acordado en noviembre, podrá obtener una mayoría en el Parlamento y lograr que se apruebe el acuerdo.
El ministro de Comercio, Liam Fox, instó a los legisladores a respaldar a la primera ministra, advirtiendo: “Nuestros socios europeos estarán observando”.
Un diputado conservador dijo que un grupo de partidarios del Brexit en el partido, el European Research Group, está discutiendo qué estrategia seguir el jueves, si votar en contra o abstenerse. | Reuters
La primera ministra británica, Theresa May, en las afueras de Downing Street, en Londres. 13 de febrero de 2019. REUTERS/Hannah McKay