PARÍS/BERLÍN (Reuters) - Francia, Alemania y Gran Bretaña establecieron un mecanismo europeo de comercio sin dólares con Irán para eludir sanciones estadounidenses, pero los diplomáticos reconocieron que es poco probable que se produzcan grandes transacciones y Teherán dice que necesita mantener el acuerdo nuclear a flote.
Los principales aliados europeos de Washington se opusieron el año pasado a la decisión del presidente Donald Trump de abandonar el acuerdo de 2015, en virtud del cual se levantaron las sanciones internacionales a Irán a cambio de que Teherán aceptara frenar su programa nuclear.
Irán ha amenazado con retirarse del acuerdo a menos que las potencias europeas le permitan recibir beneficios económicos. Los europeos han prometido ayudar a las empresas a hacer negocios con Irán siempre que se cumpla con el acuerdo.
Washington dice que aunque Irán cumplió con los términos del acuerdo, pero que éste fue demasiado generoso al no frenar su programa de misiles o su intromisión regional. Los países europeos comparten algunas de las preocupaciones de Washington, pero dicen que abandonar el acuerdo nuclear no ayudaría a abordarlas.
Las nuevas sanciones estadounidenses han logrado en gran medida persuadir a las empresas europeas para que abandonen planes de inversión en Irán.
El nuevo instrumento comercial europeo fue concebido como una forma de ayudar a igualar las exportaciones de petróleo y gas de Irán para adquirir bienes de la Unión Europea.
Sin embargo, esas ambiciones parecen haberse atenuado y los diplomáticos dijeron que podría usarse de manera realista solo para el comercio de menor tamaño permitido por la administración de Trump, por ejemplo de productos humanitarios o alimentos.
“No cambiará las cosas dramáticamente, pero es un mensaje político importante para Irán para demostrar que estamos decididos a salvar el acuerdo y también para demostrar a Estados Unidos que defendemos nuestros intereses a pesar de sus sanciones extraterritoriales”, dijo un diplomático europeo. Reuters
Foto - En la imagen de archivo se aprecian misiles y un retrato del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, en la Plaza de Baharestan en Teherán, Irán, el 27 de septiembre de 2017. Nazanin Tabatabaee Yazdi/TIMA via REUTERS/Files