Naciones Unidas, 18 abr (EFE).- El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió este jueves para abordar la crisis en Libia, sin lograr por ahora ponerse de acuerdo sobre una resolución para pedir un alto el fuego.
A puerta cerrada, los quince países discutieron un texto propuesto por el Reino Unido, que exigiría detener la ofensiva sobre Trípoli lanzada por el mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del este del país.
Según la embajadora británica, Karen Pierce, varios miembros del Consejo de Seguridad han pedido más tiempo para pronunciarse sobre el borrador.
"En el interés de lograr el texto más fuerte y unido posible, estamos preparados para dar algo más de tiempo. Nos gustaría traerlo (a una votación) muy al principio de la próxima semana", dijo Pierce a los periodistas a su llegada a la reunión.
Según fuentes diplomáticas, durante el encuentro los quince países no pudieron ponerse de acuerdo, con varios expresando reservas sobre el contenido actual de la propuesta británica.
El borrador demanda a las partes que se comprometan a una tregua y trabajen con Naciones Unidas para un cese de las hostilidades más amplio en toda Libia.
Además, pide a todos los bandos que regresen al diálogo político que trata de impulsar el enviado de la ONU, Ghassan Salamé, y que faciliten el acceso humanitario a la población afectada por el conflicto.
El presidente de turno del Consejo de Seguridad, Christoph Heusgen, subrayó la importancia de que se pueda aprobar una "resolución contundente" y con el apoyo de todos los miembros.
"No tener esto ahora es frustrante", reconoció el embajador alemán, que recalcó que la resolución es algo "necesario" y "urgente".
En la reunión de este jueves, el enviado de la ONU advirtió entre otras cosas al Consejo de Seguridad del peligro que plantea el importante "flujo" de armamento que está entrando en Libia pese a la existencia de un embargo de armas, explicó Heusgen.
Además, Salamé alertó del gran "potencial para una escalada" que se da en Trípoli y denunció los ataques lanzados contra zonas civiles.
Según la ONU, los bombardeos y combates esporádicos continúan en el sur de la capital libia, donde la lucha se ha recrudecido en los últimos días.
La batalla en torno a Trípoli arrancó el pasado 4 de abril cuando Hafter, hombre fuerte del este de Libia, ordenó a sus tropas la conquista de la ciudad.
De lograr su objetivo, Hafter controlaría prácticamente todo el país, con la excepción de la ciudad-estado de Misrata, tras años de división política y guerra civil. Mundo