Washington, 24 abr (EFE).- En una muestra de su desconocimiento de las leyes y la constitución de EEUU, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró este miércoles que llevaría al Tribunal Supremo un posible juicio político del Congreso en su contra, tras la publicación parcial del informe sobre la investigación de la trama rusa.
"Si los demócratas partidistas alguna vez trataran de hacer un juicio político en mi contra, primero me dirigiría al Tribunal Supremo de Estados Unidos. No solo no hay 'crímenes graves o delitos menores¡, sino que no existen delitos por mi parte", dijo Trump en su cuenta de Twitter.
En su tuit, el presidente acusó a los demócratas, a la ex candidata presidencial Hillary Clinton y a "policías sucios", que no identificó, de ser culpables de una actividad criminal.
Asimismo, volvió a insistir en que la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre los presuntos lazos entre su campaña presidencial y Rusia no halló pruebas en su contra, a pesar de haber sido realizado por "demócratas furiosos".
Los demócratas se debaten entre iniciar o no un juicio político contra Trump, tras la divulgación la semana pasada de una versión censurada del informe de la investigación sobre la trama rusa, que suscita dudas sobre una posible obstrucción a la Justicia por parte del mandatario.
Así lo han expresado miembros del Partido Demócrata, como los jefes de dos comités de la Cámara Baja del Congreso, Adam Schiff y Jerrold Nadler, y otras personalidades del partido, como la senadora Elizabeth Warren y la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez.
El documento de Mueller concluye que no hay "pruebas suficientes para apoyar cargos criminales" relacionados con los "numerosos contactos entre individuos vinculados al Gobierno ruso" y la campaña de Trump, pero arroja dudas sobre una posible obstrucción a la Justicia.
Es por ese motivo que Warren, que es una de las aspirantes demócratas a la Presidencia, instó a la Cámara de Representantes a iniciar el juicio político por la "gravedad" de las revelaciones incluidas en el informe de la trama rusa.
Al disponer de la mayoría, los demócratas podrían comenzar el proceso de destitución en la Cámara Baja, donde su aprobación solo requiere de mayoría simple, pero fracasaría con toda probabilidad en el Senado, controlado por los republicanos.
En la Cámara Alta, al menos 20 de los 53 senadores republicanos deberían votar en contra de Trump para alcanzar los dos tercios que permitieran que el procedimiento de destitución triunfara.
El cargo de obstrucción a la Justicia estuvo también detrás del intento de juicio político al expresidente Bill Clinton (1993-2001) y de la dimisión de Richard Nixon (1969-1974), que abandonó la Casa Blanca ante la certeza de enfrentarse a un proceso de este tipo. EFE USA -