Londres, 28 jun (EFE).- La primera ministra británica, Theresa May, le hizo saber este viernes al presidente ruso, Vladímir Putin, que el uso del agente nervioso Novichok en Salisbury (Inglaterra) fue un "comportamiento inaceptable" y un acto "despreciable".
La jefa del Gobierno conservador tuvo una reunión bilateral con Putin en la cumbre del G20 que se celebra en Osaka (Japón) para abordar las relaciones entre ambos países, pero en particular el envenenamiento con Novichok del exespía ruso Sergei Skripal y su hija, Julia, en marzo del año pasado.
Según informó hoy la residencia oficial de Downing Street, May comunicó al presidente ruso que el Reino Unido tiene pruebas "irrefutables" de que Rusia estuvo implicada en el ataque, tras una exhaustiva investigación en la que cooperaron los aliados.
"Ella dijo que este comportamiento nunca puede ser repetido y que el Reino Unido quiere ver que las dos personas responsables son llevadas ante la Justicia", agregó Downing Street en una nota.
La primera ministra puso de manifiesto que hay interés de tener una "relación diferente" con Rusia, pero que para ello el Gobierno ruso "debe elegir un camino diferente".
El Reino Unido considera que dos miembros del servicio de inteligencia militar de Rusia, el GRU, estuvieron implicados en el envenenamiento con Novichok de Skripal y su hija.
Ambos enfermaron después de entrar en contacto con el agente nervioso, que había sido colocado en la puerta de la casa del antiguo espía ruso en Salisbury, pero semanas después murió la británica Dawn Sturgess al tocar una botella de perfume que encontró en un parque y que contenía Novichok.
Skripal es un excoronel de la inteligencia militar de Rusia y fue encarcelado en su país al ser acusado de espiar para el Reino Unido, pero liberado después en un intercambio de espías.
El Kremlin ha negado su implicación en el ataque, pero la Policía británica ha insistido en que hay pruebas suficientes para presentar cargos contra los rusos Alexander Petrov y Ruslan Boshirov.
El ataque provocó un grave incidente diplomático entre Londres y Moscú y ambos países expulsaron a sus respectivos diplomáticos.
"La primera ministra -agregó el comunicado- seguirá defendiendo de manera inequívoca la democracia liberal y la protección de los derechos humanos y la igualdad de todos los grupos, incluidos las personas LGTB".
Además, en la reunión -de una hora y veinte minutos-, los dos líderes abordaron asuntos internacionales, como la importancia de que Irán permanezca en el acuerdo nuclear firmado en 2015. Mundo