NUEVA YORK (AP) — El FBI “ejerció una notable precaución y franqueza” al obtener órdenes de allanamiento que condujeron a cargos de espionaje contra un ex empleado de la CIA, comentaron fiscales a un juez federal que preside el caso.
Los fiscales dijeron en una audiencia que es innecesario rechazar las declaraciones de Joshua Adam Schulte sobre que la evidencia debería ser desestimada debido a que los allanamientos en su residencia de la ciudad de Nueva York y de varias cuentas electrónicas fueron ilegales.
El gobierno manifestó sus argumentos en documentos presentados a la corte el viernes por la tarde en el tribunal federal de Manhattan.
En ellos, señalaron que las afirmaciones de Schulte sobre que fue sujeto de allanamientos ilegales carecían “por completo de fundamentos”.
Los fiscales escribieron que la respuesta del FBI fue apropiada luego de que en marzo de 2017 WikiLeaks empezó una de las filtraciones de información confidencial del gobierno de Estados Unidos más grandes en la historia de la nación.
Señalaron que una serie de 26 revelaciones por parte de WikiLeaks dañaron significativamente la seguridad nacional del país al divulgar los métodos de recopilación de inteligencia de la agencia y proporcionar un camino para que “agentes hostiles” apuntaran “esas poderosas armas cibernéticas contra Estados Unidos”.
Añadieron que la búsqueda condujo rápidamente a Schulte, un ex empleado disgustado de la CIA con experiencia en desarrollar armas para copiar de manera encubierta datos electrónicos y quien era uno de un puñado de empleados de la CIA que tenía autorización para acceder a la información filtrada. AP