BRUSELAS (Reuters) - La Unión Europea buscará apuntar sus sanciones a bancos estatales vitales para financiar la economía de Rusia, en las que serían las medidas más duras desde el inicio de la crisis en Ucrania.
Embajadores del bloque de 28 países discutieron el jueves opciones para dificultar el acceso de Rusia a los mercados de capitales, armas y tecnología, en respuesta al derribo de un avión malasio en el este de Ucrania, una zona controlada por rebeldes.
Las conversaciones sobre las opciones para mayores acciones delineadas por la Comisión Europea continuarán el viernes por la mañana, dijo un funcionario de la UE, mientras que diplomáticos señalaron que cualquier decisión sobre nuevas sanciones no se darían antes de la próxima semana.
Pero el bloque acordó sumar a 15 personas y 18 empresas u otras organizaciones a la lista de sanciones del bloque por minar la integridad territorial de Ucrania. Los nombres no serán publicados hasta última hora del viernes.
Los embajadores también acordaron expandir el criterio para las sanciones del bloque para incluir a compañías y personas que respaldaron a quienes son responsables de la desestabilización de Ucrania.
Una de las propuestas clave pide que los inversores europeos no puedan comprar nueva deuda o acciones de bancos rusos en los que la participación del Estado sea del 50 por ciento o más. Estos bancos consiguieron casi la mitad de los 15.800 millones de euros (21.290 millones de dólares) de capital que necesitaban en el mercado europeo el año pasado.
"Si estas sanciones se implementan, serían un duro golpe para la economía rusa, exacerbando la posibilidad de una recesión este año y generando que la depresión económica se alargue", dijo el analista Michal Dybula, de BNP Paribas. Las propuestas incluyen un embargo de armas, pese a que los diplomáticos dijeron que se aplicaría a futuros acuerdos y que no impediría la entrega de un buque de guerra francés a Rusia bajo un contrato firmado en 2011.
La UE también estaba analizando la posibilidad de restringir la exportación de tecnología para explotación de recursos en alta mar, de esquisto y energía en el Artico y los denominados bienes de "uso dual" civiles-militares, remarcaron los diplomáticos.