SÃO PAULO (Reuters) - El candidato opositor promercado Aécio Neves recibió el domingo un impulso crucial en la carrera por la presidencia de Brasil con el respaldo de la popular ambientalista Marina Silva a dos semanas del balotaje contra la presidenta Dilma Rousseff, que postula a la reelección.
En un momento, Silva llegó a tomar el liderazgo en los sondeos de opinión, pero finalmente obtuvo el tercer lugar de las preferencias en la primera vuelta de las elecciones la semana pasada.
Su respaldo a Neves aumenta las posibilidades de que buena parte de las 22 millones de personas que votaron por ella respalden al candidato del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en el reñido balotaje.
"Votaré por Aécio y lo apoyaré", afirmó Silva en un evento en São Paulo, en el que agregó que su "conciencia" la llevó a tomar esa decisión.
"Aécio interpretó correctamente lo que está pasando en Brasil en las últimas décadas", declaró Silva, quien elogió lo que llamó la "carta-compromiso" divulgada el sábado por la campaña de Neves, en que se comprometió con parte de las propuestas hechas por la ex candidata tras ser derrotada en primera vuelta.
El respaldo de Silva es crucial para el centrista PSDB de Neves, quien obtuvo en primera vuelta un 33,6 por ciento de los votos, frente al 41,6 por ciento de Rousseff, una diferencia de 8 millones de sufragios.
"No podría pedir más", declaró Neves el domingo a la estación local de radio CBN. "Estoy extremadamente feliz con este respaldo y estoy absolutamente seguro de que tocará el corazón de millones de brasileños", agregó.
Neves necesitará del apoyo de la mayoría de los partidarios de Silva para vencer a Rousseff y poner fin a 12 años de Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
Rousseff, en tanto, dijo que era "comprensible" que Silva le haya entregado su respaldo a Neves debido a que tienen plataformas económicas promercado similares, aunque también desestimó cualquier posible impulso a los votos de su rival.
"No creo que exista una transferencia automática de votos, porque creo en la democracia (...) el voto es de cada persona que va a las urnas y registra el sufragio", comentó la presidenta.
Silva lideró los sondeos de opinión en agosto, cuando entró en la carrera presidencial tras la muerte de su compañero de fórmula y candidato presidencial original del Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos, en un accidente aeronáutico.
Pero su respaldo cayó poco antes de las elecciones después de que el equipo de Rousseff lanzó una agresiva campaña mediática en que vinculó a Silva con la élite financiera de Brasil y cuestionó su capacidad para gobernar sin el respaldo de los partidos tradicionales.
COMPROMISOS
Desde su derrota, Silva ha exigido ciertos compromisos políticos de Neves a cambio de su respaldo.
Entre ellos figuran medidas para reformas sobre tierras y mayor protección para comunidades indígenas, así como la exigencia de que abandone planes para reducir de 18 a 16 la edad a la que los menores pueden ser juzgados como adultos por crímenes graves.
Neves respondió con una carta el sábado en que señaló flexibilidad sobre temas indígenas y de tierras, pero no en la medida contra el crimen que ha sido respaldada por conservadores.
La viuda y los hijos de Campos entregaron oficialmente su apoyo a Neves el sábado.
Un sondeo electoral de la encuestadora Sensus publicado el sábado mostró a Neves con cerca de un 58,8 por ciento de respaldo para la segunda vuelta, frente a un 41,2 por ciento de Rousseff.
Sin embargo, recientes sondeos de las firmas Datafolha e Ibope mostraron que ambos candidatos estarían casi empatados.
Neves, un senador y ex gobernador estatal, promete políticas amigables con el mercado y un menor papel del Estado en la economía.
Ya cuenta con el respaldo de la mayoría de los inversores, líderes empresariales y brasileños de clase media, mientras que Rousseff tiene un fuerte apoyo entre los pobres, que se han beneficiado con programas de bienestar social durante los 12 años de Gobierno del PT.
Un escándalo de corrupción que involucra a la petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA y a tres partidos políticos de la coalición oficialista de Rousseff amenaza con perseguirla durante el resto de la campaña y podría ayudar a Neves a ganarse el voto crucial de los indecisos.