En su discurso por el Día de la Reunificación Alemana pidió el mismo coraje que entonces para luchar contra el Estado Islámico, el ébola y el cambio climático.
La canciller alemana, Angela Merkel, evocó hoy el coraje de la revolución pacífica que derribó el Muro de Berlín 25 años atrás, al tiempo que hizo un llamamiento a sus compatriotas y al resto de la comunidad internacional a mantener ese espíritu y a no "capitular" ante los grandes conflictos globales. Merkel habló ante unos 1.500 invitados en el acto central por el aniversario de la reunificación de las dos Alemanias el 3 de octubre de 1990, un año después de la caída del muro.
"Sin el valor de los ciudadanos que se levantaron contra la represión hoy no estaríamos aquí", afirmó Merkel en el acto institucional del Día de la Reunificación, que recuerda la firma del Tratado que puso fin a décadas de división nacional. Tanto la canciller, ciudadana entonces de la República Democrática Alemana (RDA) como el presidente del país, Joachim Gauck, asistente al acto junto a la plana mayor de la política del país, rindieron homenaje a los héroes de las manifestaciones que presionaron sobre el régimen comunista al grito de "Nosotros somos el pueblo".
"Obra maestra de la diplomacia"
Ese coraje cívico hizo posible la caída del Muro, la noche del 9 de noviembre de 1989, a lo que siguió luego "una obra maestra de la diplomacia", prosiguió Merkel al recordar las negociaciones emprendidas por el entonces canciller, Helmut Kohl, tanto con la RDA como con los líderes de las potencias aliadas que derrotaron el nazismo.
A Kohl le correspondió convencer al mundo -"tanto a sus socios de la Unión Europea (UE), como de la OTAN, como de la Unión Soviética", dijo- de que una Alemania unida no era algo "que temer", sino un aliado "fiel", lo que culminó con el Tratado de Unidad alemana suscrito el 3 de octubre de 1990, once meses después de la caída del Muro. "Queda mucho por hacer", admitió la canciller, para superar los desequilibrios económicos persistente entre el oeste y el este del país.
Retos de hoy: del ébola al EI
Merkel apeló al mismo espíritu de valentía y a la combinación entre el coraje y la diplomacia para hacer frente a los grandes desafíos globales, entre los que citó desde los conflictos de Oriente Medio a Ucrania, a la lucha contra el cambio climático y la epidemia del ébola. El "avance bárbaro" de la milicia radical Estado Islámico (EI) plantea un desafío para "el mundo entero", sostuvo la canciller.
Merkel advirtió que no sólo Estados Unidos o los países árabes deben hacer frente al EI. "No, también todos aquellos para los que signifique algo la frase que dice que la dignidad humana es inviolable", explicó durante su discurso en la ciudad de Hannover. E insistió en pedir un compromiso activo y global. "No se puede negar la dimensión de la tarea", dijo sobre el combate a EI. Pero los problemas no se resolverán solos: "El mundo entero está llamado a actuar".
Merkel defendió también la decisión de su gobierno de enviar armamento a los kurdos que luchan para frenar el avance de EI en el norte de Irak, un paso con el que rompió un tabú alemán al armar a una parte en conflicto que además no es un Estado. "Hacer frente al terror de EI va en línea con nuestros intereses. Los yihadistas son una amenaza para la seguridad en nuestro país", señaló.
El discurso de Merkel centró la ceremonia del Día de la Unidad, que este año se celebró en Hannover, capital del "Land" de Baja Sajonia (centro), de acuerdo a la fórmula rotatoria según la cual el anfitrión de la jornada es el estado federado que detenta la presidencia de turno del Bundesrat (Cámara alta).