AMÁN (Reuters) - Aviones de combate de Jordania atacaron el jueves escondites del Estado Islámico en Siria y luego volaron sobre la ciudad natal de un piloto ejecutado por los milicianos, mientras en tierra el Rey Abdullah consolaba a la familia de la víctima. Un comunicado de las Fuerzas Armadas dijo que decenas de aviones de combate jordanos fueron desplegados en los ataques, que destruyeron depósitos de municiones y campamentos de entrenamiento operados por el Estado Islámico.
Los ataques fueron "sólo el comienzo", dijo el texto.
Testigos escucharon al monarca decir al padre del piloto que los aviones estaban regresando de la ciudad de Raqqa, bajo control de los milicianos.
La exhibición de fuerza se dio dos días después de que el grupo ultra radical Estado Islámico divulgó un video que muestra al piloto jordano capturado Mouath al-Kasaesbeh mientras es quemado vivo en una jaula ante la mirada de milicianos enmascarados vestidos con trajes camuflados.
La televisión estatal transmitió imágenes de los aviones de combate despegando para realizar la ofensiva.
Varios hombres y mujeres escribían versos del Corán y lemas contra el Estado Islámico en lo que parecían ser las bombas que serían usadas en los ataques.
Posteriormente la televisión estatal transmitió el bombardeo real, antes de que los aviones regresaran de forma segura a Jordania.
Aviones estadounidenses se sumaron a la misión para brindar inteligencia, vigilancia, reconocimiento y respaldo en la identificación de blancos, dijo un funcionario de Estados Unidos a Reuters, hablando bajo condición de anonimato.
El funcionario agregó que los ataques se concentraron en múltiples blancos en los alrededores de Raqqa.
Comandantes del Ejército informaron al Rey Abdullah después de la misión sobre los detalles de los ataques, dijo la televisión estatal.
El monarca ha prometido vengar el asesinato de Kasaesbeh y ordenó a sus comandantes que se preparen para redoblar el rol militar en la coalición liderada por Estados Unidos contra el grupo.
Pero muchos jordanos temen ser arrastrados a un conflicto que podría motivar una respuesta de milicianos radicales dentro del reino.
Jordania es un importante aliado de Estados Unidos en la lucha contra grupos milicianos islamistas radicales y recibió a tropas estadounidenses durante operaciones que llevaron a la invasión de Irak en el 2003.
El país alberga a cientos de entrenadores militares estadounidenses que están ayudando a fortalecer las defensas en las fronteras con Siria e Irak y está decidido a mantener a los yihadistas lejos de su territorio.
