WASHINGTON (AP) -- El presidente Barack Obama cedió el martes a la presión y aceptó promulgar un proyecto de ley que otorga al Congreso el derecho a rechazar un acuerdo nuclear con Irán.
La Casa Blanca anunció la decisión del mandatario poco antes de que los republicanos y demócratas aprobaran por unanimidad, con 19 sufragios a favor y cero en contra, una versión negociada de la medida en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Lo ocurrido es indicio de que el Congreso no está dispuesto a retractarse en su insistencia de que los legisladores deben poder pronunciarse sobre cualquier acuerdo definitivo concertado con Irán si implica el levantamiento de las sanciones económicas incapacitantes que el legislativo estadounidense impuso a Teherán.
El proyecto de ley posiblemente será aprobado ahora en ambas cámaras del Congreso controlado por los republicanos.
Obama había amenazado con vetar la legislación original, pero cuando se filtró del Capitolio la noticia de que los demócratas y republicanos habían alcanzado una solución negociada, la Casa Blanca accedió abruptamente.
Sin embargo, el presidente conserva el derecho a vetar la iniciativa si el Congreso intenta frustrar un nuevo acuerdo con Irán, que sería finalizado para el 30 de junio.
"Quizá vieron lo que se venía", dijo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, republicano de Ohio, sobre la decisión de la Casa Blanca de retirar su oposición.
Negociadores internacionales intentan alcanzar un acuerdo que impediría a Irán tener la capacidad de desarrollar armas nucleares. A cambio, serán disminuidas las sanciones económicas que han causado perjuicios a Teherán.
"El gobierno... ha estado oponiéndose con firmeza a esto", declaró el senador Bob Corker, republicano de Tennessee y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.
"Sé que se flexibilizaron por lo que creen que será el desenlace aquí", afirmó. "Creo que esto va a ser un papel importante, en especial la parte sobre el cumplimiento que viene después".
Obama, a cuyo legado en política exterior daría brillo un acuerdo con Irán, ha mantenido una disputa durante meses con legisladores que afirman que el Congreso debería tener la oportunidad de pronunciarse al respecto y que son escépticos de que Irán cumplirá su parte del pacto.
La versión anterior de la iniciativa pretendía que cualquier plan de Obama para suspender las sanciones a Teherán quedara en suspenso durante 60 días mientras el Congreso revisaba el pacto.
La solución negociada aprobada por la comisión redujo el periodo de revisión a 30 días. Durante ese tiempo, Obama podría levantar las sanciones impuestas mediante acción presidencial, pero se le impediría que lo hiciera con las que hubiera aplicado el Congreso.
Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, había dicho que la presidencia no haría declaraciones sobre la iniciativa en lo que ésta sigue su curso por el Congreso, una precaución ante posibles cambios que pudieran efectuársele y que la harían inaceptable para la presidencia.
Sin embargo, dijo que la Casa Blanca podría apoyar la versión negociada en su forma actual.
"A pesar de las cosas que no nos gustan de la iniciativa, se le han realizado suficientes cambios sustanciales y el presidente está dispuesto a promulgarla", dijo Earnest.