- El acuerdo firmado ayer afecta no sólo Irán, sino a la situación geopolítica de todo Oriente Medio.
Aún está por ver cuánto durará y cómo lo recordará la historia, pero el acuerdo nuclear firmado en Viena por seis potencias mundiales e Irán promete tener un impacto de gran envergadura sobre los ciudadanos de la república islámica y, potencialmente, sobre la situación geopolítica de todo Oriente Medio.
Casi dos años de largas y densas discusiones de alto carácter técnico han culminado en un tratado de 159 páginas con cinco complejos anexos. El acuerdo se reduce a cinco áreas clave.
Relajación de las sanciones
Teherán quería la retirada inmediata de las limitaciones económicas y financieras que han ahogado su economía. Bajo el acuerdo, todas las sanciones energéticas, económicas y financieras de la UE y EEUU, y la mayoría de las sanciones de Naciones Unidas, se levantarán el "día de la implementación" -es decir, el día que Irán muestre que ha cumplido las obligaciones específicas de reducción de las cifras de centrifugado y las reservas de uranio, y que aborde las inquietudes en torno a las dimensiones militares potenciales de su programa nuclear.
Se espera que esto lleve de seis a nueve meses, lo que implica que el enorme impulso económico propiciado por la derogación gradual de las sanciones empezaría el año que viene. En ese punto, se descongelarían activos iraníes en el extranjero por valor de más de 100.000 millones de dólares y lasexportaciones de petróleo de Irán aumentarían con rapidez.
La UE y EEUU mantendrán durante ocho años las sanciones a la tecnología relacionada con la proliferación, o hasta que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) concluya que el material nuclear en Irán se emplea con fines pacíficos. Transcurridos 10 años, está previsto que se eliminen las sanciones restantes de la ONU sobre productos sensibles de carácter nuclear.
Un importante punto de tensión en las negociaciones giró en torno a la duración de la limitación sobre la venta de armas. Bajo el compromiso, los límites impuestos por la ONU al acceso a tecnologías de balística durará un máximo de ocho años, y el embargo de armamento contra Irán se levantará en cinco años.
Se implementarán un complejo marco legal y un complicado proceso de negociación política para gestionar las sospechas de violaciones, basados en una comisión compuesta por las potencias internacionales e Irán. Con ello se reforma el régimen de la ONU para que tenga en cuenta las obligaciones iraníes, régimen que se reinstaurará si se confirma una violación.
Uno de los grandes escollos fue el de encontrar una forma de que las sanciones por incumplimiento fuesen automáticas y no estuvieran sometidas al veto del consejo de seguridad. Esto se ha conseguido mediante un acuerdo para volver a aplicar en su totalidad las sanciones de la ONU si se llega a un punto muerto en torno a una nueva resolución de la ONU.
Enriquecimiento de uranio
Irán podrá operar hasta 5.060 centrifugadoras de primera generación, configuradas para enriquecer uranio al 3,67% -muy por debajo del nivel necesario para fabricar un arma atómica. Irán también podrá operar 1.000 centrifugadoras en Fordow, su complejo fortificado de las montañas. Éstas no podrán enriquecer uranio pero serán reconfiguradas para purificar materiales que no puedan convertirse en armas.
Las restricciones sobre el número de centrifugadoras de primera generación durarán 10 años. Las que afectan al uso de Fordow se prolongarán durante 15 años. El acuerdo también resolvió la cuestión de la investigación por parte de Irán de nuevas centrifugadoras más potentes.
Durante los ocho primeros años, Irán podrá llevar a cabo pruebas limitadas a nivel de laboratorio sin acumular uranio enriquecido.
Poco tiempo después, se le permitirá hacer pruebas con hasta 30 centrifugadoras IR-6 más avanzadas. Irán podrá fabricar centrifugadoras IR-6 e IR-8 en Natanz. Pero su número se limitará a 200 al año, las máquinas no dispondrán de rotores y el trabajo se llevará a cabo bajo la supervisión constante de la AIEA.
Transcurridos 10 años desde el acuerdo, Irán podrá producir centrifugadoras completas al mismo ritmo.
Producción de plutonio
Irán ha accedido a reconfigurar su reactor de agua pesada de Arak. Bajo su forma actual, el reactor IR-40 habría producido cantidades significativas de plutonio como derivado de la generación de electricidad. Aunque Irán no dispone de instalaciones para convertir ese material en una bomba, los negociadores consideraron el asunto una prioridad debido a la ingente cantidad de plutonio que Arak podría haber producido en un breve espacio de tiempo.
Según el acuerdo, se retirará el núcleo del actual reactor. El reactor convertido producirá una cantidad diminuta de plutonio. Irán también se ha comprometido a no construir más reactores de agua pesada en 15 años y venderá el excedente de agua pesada en el extranjero.
Verificación e inspecciones
La cadena de suministro del complejo nuclear de Irán estará sujeta a la inspección de supervisores internacionales. Esto cubre las instalaciones que enriquecen uranio, las minas de uranio, las plantas que producen maquinaria de centrifugado y los complejos de almacenamiento.
Irán ha accedido a implementar y ratificar el Protocolo Adicional de la AIEA, que da a los inspectores acceso a sitios tanto declarados como no declarados. Tendrán acceso a Natanz y a sus laboratorios de investigación durante 15 años, la AIEA tendrá la posibilidad de verificar la producción de centrifugadoras durante 20 años y la producción de mineral de uranio concentrado -también conocido como pastel amarillo- durante 25 años. Entre 130 y 150 inspectores trabajarán en Irán a lo largo del año.
El compromiso permite inspeccionar las instalaciones militares y otros complejos no declarados. Pero esas peticiones están sujetas a condiciones y siguen un complejo proceso de solicitud y aprobación. Si el problema no se ha resuelto dos semanas después de que la AIEA solicite visitar un emplazamiento, el asunto se llevará a una comisión conjunta.
Este órgano tiene una semana para hallar una solución o votar para exigir una inspección. Irán dispondrá entonces de tres días para cumplir la demanda. En total, el proceso puede durar 24 días.
Posibles dimensiones militares
Irán se ha comprometido a resolver por completo todas las cuestiones pendientes sobre las denominadas "posibles dimensiones militares" de su programa para diciembre. La cuestión ha sido durante tiempo una de las más delicadas para Irán: el país es reticente a permitir a inspectores extranjeros el acceso a lugares sensibles, especialmente si se tiene en cuenta el largo historial de asesinatos y sabotaje.
En términos más generales, el reconocimiento de las investigaciones realizadas en el pasado puede llevar también a admitir que ha estudiado la militarización de su programa nuclear, aunque siempre lo haya negado.
Bajo el acuerdo, inspectores de la AIEA seguirán un "mapa de ruta" para elaborar un informe exhaustivo en diciembre sobre las posibles dimensiones políticas. Esto conllevará viajes a Irán para entrevistar a expertos técnicos, y visitas supervisadas a instalaciones.