ILLAPEL, Chile (Reuters) - Miles de chilenos intentaban el jueves recuperar pertenencias entre las ruinas de las viviendas y comercios derribados por un fuerte terremoto que dejó al menos 11 muertos y desencadenó un tsunami que obligó a evacuar a un millón de personas.
Las autoridades intentaban dimensionar la extensión del daño del sismo de magnitud 8,3 registrado el miércoles a las 22:54 GMT frente a las costas chilenas, que generó olas de hasta cuatro metros que inundaron localidades costeras en medio de la noche.
Cerca del epicentro del terremoto, en el pueblo de Illapel, casas de adobe derrumbadas contrastaban con las banderas que decoraban las calles para festejar el Día de la Independencia el viernes mientras helicópteros sobrevolaban la zona.
"Todo quedó mal. Fue un desastre, pérdida total", dijo a Melisa Piñones parada sobre los vidrios rotos de su pequeño restaurante en Illapel, que epicentro quedó sin electricidad, sin agua potable y fue declarada zona de desastre.
Los fallecidos ascendieron a 11 personas, de acuerdo al último reporte de las autoridades. La mayoría murió por el derrumbe de estructuras, un hombre por un deslizamiento que aplastó la camioneta que conducía y otras tres personas de un infarto.
"Estamos viviendo con las puertas abiertas por si viene una réplica fuerte", comentó Luis Hernández afuera de su casa, que perdió parte de su fachada, en Illapel, donde 50 autos hacían fila para cargar gasolina en una estación de servicio.
El terremoto, que duró unos cuatro minutos y ha sido el de mayor magnitud del mundo en lo que va del año según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés), tuvo su epicentro a casi 230 kilómetros al noroeste de Santiago pero se sintió en lugares tan lejanos como Brasil.
El tsunami que le siguió castigó particularmente al puerto de Coquimbo, que tuvo que cerrar sus operaciones por los daños.
Varios barcos pesqueros quedaron regados sobre una avenida como fichas de dominó y contenedores y autos se amontonaban unos sobre otros en la localidad portuaria, ubicada unos 460 kilómetros al norte de Santiago y cerca del balneario La Serena.
El mar se adentró varias cuadras en Coquimbo, dejando muchos inmuebles destruidos. El Gobierno estaba enviando refuerzos policiales y militares para evitar saqueos en la zona.
Las autoridades evacuaron a un millón de personas de poblaciones a lo largo de la extensa costa chilena, algunos hacia albergues y otros hacia zonas altas, mientras decenas de réplicas seguían remeciendo la tierra.
"Sabemos que hay grandes dificultades. La primera tarea es proteger a las personas, salvar sus vidas y eso es lo que se ha hecho al evacuarlas el día de ayer", dijo la presidenta Michelle Bachelet después de hacer un sobrevuelo por Coquimbo. "A un sismo de tal magnitud afortunadamente tenemos un número lamentable, pero relativamente no tan numeroso de fallecidos".
Cuadrillas de militares comenzaban a trasladar escombros y a ayudar con la limpieza en las zonas de la franja costera y en algunas de las localidades más afectadas, mientras algunas carreteras y puentes estaban cortados por derrumbes.
IMPACTO ECONÓMICO
Apenas cuando amaneció pudieron apreciarse las consecuencias del terremoto, el tsunami y las decenas de réplicas .
Muchas casas y restaurantes en la localidad costera de Concón, al norte de Viña del Mar, quedaron completamente destruidos y muchos techos asomaban entre el lodo.
En Tongoy, un balneario cercano a Coquimbo, los destrozos se veían por doquier.
"Lo perdimos todo, fue horrible. Yo no sé como salí", dijo Hilda Zambra, de 79 años, cuya casa fue devorada por el agua. "Estaba todo oscuro, me subí a la camioneta de alguien que no conocía. Salimos con lo puesto".
El Gobierno dijo que unas 100.000 familias permanecían sin suministro eléctrico y anunció que el Ejecutivo suspendió las festividades oficiales para la conmemoración de la Independencia. Las autoridades aún no revelaban un estimado del costo económico de los desastres.
Pero a pesar de la magnitud del terremoto, la casa de bolsa Bci dijo que el impacto económico sería acotado.
La región de Coquimbo, la más afectada por el sismo, aporta un 2,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) chileno por la cantidad de empresas mineras que operan allí.
Por precaución, la minera estatal chilena Codelco evacuó el miércoles a todos los operarios de la refinería de cobre Ventanas, pero el jueves ya retomaba operaciones en la instalación de la costa central del país. Su mina en División Andina también reanudó sus labores de extracción, que habían sido suspendidas preventivamente.
Antofagasta dijo que esperaba en las próximas horas retomar las operaciones de la mina de cobre Los Pelambres, cercana a Illapel.
Después de evacuar su personal, la petrolera estatal ENAP dijo que su refinería Aconcagua -ubicada en una zona costera del centro del país- operaba sin problemas, mientras trabajaba para normalizar sus operaciones en la sureña Bío Bío.
Algunos especialistas, como el geógrafo Marcelo Lagos, dijeron que Chile tuvo suerte porque la magnitud del terremoto, las olas del tsunami podrían haber sido mucho mayores.
Chile se encuentra en una zona muy sísmica y volcánica donde las placas suelen desplazarse. El terremoto del miércoles trajo recuerdos del fuerte movimiento de febrero del 2010, que con una magnitud de 8,8 azotó el centro y sur de Chile y provocó un tsunami que mató a más de 500 personas. Reuters