Atenas, 6 mayo, 2016 (Reuters). Grecia inició el viernes una huelga nacional de 48 horas para mostrar su indignación contra las reformas tributarias y de pensiones que debe acometer el endeudado país para poder recibir otro tramo de un rescate de miles de millones de euros que firmó el año pasado.
Convocada por los mayores sindicatos del sector público y privado, la huelga dejó a barcos atracados en el puerto, provocó interrupciones en el transporte público y llevó a funcionarios públicos y periodistas a no acudir al trabajo.
El mayor sindicato de Grecia del sector privado (GSEE) dijo que las reformas, que están pendientes de aprobación en el Parlamento, eran el "último clavo en el ataúd" para trabajadores y pensionados que ya se han sacrificado lo suficiente después de seis años de austeridad.
"Están tratando de demostrar al Eurogrupo que son buenos estudiantes pero están destruyendo el sistema de seguridad social de Grecia", dijo un representante de GSEE, en referencia a los ministros de Finanzas de la zona euro que se reunirán el lunes.
Atenas espera que las medidas, que serán votadas en el Parlamento el domingo, ayuden a convencer a los acreedores de que liberen los fondos del rescate.
La entrega de un tramo de unos 5,000 millones de euros ya venció, después de que fracasaran las conversaciones sobre el ritmo de las reformas. Se espera que el Eurogrupo aborde este estancamiento el 9 de mayo.
El primer ministro Alexis Tsipras, elegido el año pasado con un compromiso antiausteridad pero que luego se vio obligado a firmar el tercer rescate internacional de Grecia desde 2010, tiene una mayoría estrecha con 153 escaños en un Parlamento de 300 asientos.
Grecia necesita los fondos de rescate para pagar préstamos del FMI, bonos del BCE con vencimiento en julio y crecientes atrasos del Estado, y depende de la firma de los acreedores de una revisión en sus avances de reformas que incluye cambios en sus leyes fiscales y de pensiones.