WASHINGTON (AP) -- Tanto en estilo como sustancia, Donald Trump y Hillary Clinton presentaron el lunes propuestas drásticamente distintas para contener la amenaza del terrorismo y la violencia derivada de las armas de fuego que han puesto nerviosos a los estadounidenses después de la masacre perpetrada el fin de semana en un club nocturno gay de Orlando.
El magnate centró su enérgico discurso en el ineficaz sistema de inmigración del país, aunque el atacante de Orlando nació en Estados Unidos. El virtual candidato presidencial republicano reiteró su exigencia de que se impida temporalmente a los musulmanes ingresar en Estados Unidos, y afirmó que la medida sería levantada cuando el gobierno pueda investigar "adecuada y perfectamente" a los inmigrantes.
Trump fue más allá y dijo que también "suspendería la inmigración procedente de zonas del mundo con un historial comprobado de terrorismo contra Estados Unidos, Europa y nuestros aliados". No precisó qué países serían afectados por la medida o si la suspensión se aplicaría a todas las personas sin importar su religión.
Clinton dijo que como presidenta daría prioridad a detener a los atacantes "solitarios", personas que tal vez estén radicalizadas pero que no tienen comunicación directa con alguna red terrorista ni reciben órdenes de este tipo de agrupaciones.
A nivel externo, la casi segura candidata presidencial demócrata propuso intensificar los ataques aéreos estadounidenses contra el grupo Estado Islámico en Irak y Siria, y señaló que los socios de Estados Unidos en la región, específicamente Arabia Saudí, Kuwait y Catar, deben impedir que sus ciudadanos financien el terrorismo.
Clinton también reiteró su llamado enérgico a que se prohíba la posesión de armas de asalto como la que utilizó el autor de la masacre en Orlando.
"Creo que las armas de guerra no tienen lugar en nuestras calles", agregó.
El discurso de Clinton fue mesurado y sobrio. Aunque la exsecretaria de Estado planteó contrastes implícitos con Trump, jamás se refirió a él por su nombre y declaró: "Hoy no es un día para hacer política".
Trump pensó diferente y arremetió varias veces contra Clinton. El magnate la acusó de pretender la abolición de la Segunda Enmienda -en relación con la propuesta de ella de que se endurezcan las leyes sobre armas- y dijo que Clinton no puede decir que apoya a gays y lesbianas cuando ella respalda permitir la inmigración procedente de países donde esas personas son discriminadas.
"Hillary Clinton no puede afirmar que es amiga de la comunidad gay", agregó.
El empresario se pronunció enérgicamente a favor de los derechos de los estadounidenses gays, y señaló que él será un "mejor amigo" de esa comunidad que Clinton. El ataque contra un club nocturno gay fue "un ataque contra la capacidad de las personas libres de vivir sus vidas, amar a quien quieran y manifestar su identidad", agregó.
La aceptación de Trump de los gays choca con la de muchos de su propio partido que se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo y a otras protecciones legales para esa comunidad.
La masacre a tiros perpetrada en Orlando es la peor que ha ocurrido en la historia de Estados Unidos: dejó 49 personas muertas y decenas de heridas. La policía dice que Omar Mateen, de 29 años, un musulmán nacido en Estados Unidos, posiblemente se inspiró en organizaciones terroristas extranjeras, aunque no había evidencias el lunes de que alguna red terrorista le haya ordenado llevar a cabo la matanza.
Trump dijo que Mateen "nació afgano" a pesar de haber nacido en Nueva York. Los padres del autor de la matanza llegaron a Estados Unidos procedentes de Afganistán antes del nacimiento de Mateen.
El republicano no repitió la insinuación que había hecho en entrevistas previas de que el presidente Barack Obama quizá no ha adoptado medidas más severas contra el terrorismo porque simpatiza con los perpetradores.
"Él no entiende, o quizás lo entiende mejor que nadie", dijo Trump en la cadena Fox News Channel. "Es una cosa o la otra, pero ninguna de las dos es aceptable", añadió. News from The Associated Press