Birstall, Reino Unido, 17 de junio, 2016 (Reuters). El Reino Unido lloraba a la legisladora Jo Cox el viernes, después de que un hombre armado con una pistola y un cuchillo asesinó a la madre de dos niños en un ataque callejero que paralizó las campañas para el referendo del 23 de junio sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
Cox, de 41 años, miembro del opositor Partido Laborista y ferviente partidaria de mantenerse en la UE, recibió un disparo y fue apuñalada repetidamente en su propia circunscripción cerca de Leeds, en el norte de Inglaterra, por un hombre que testigos dijeron gritó "Reino Unido primero".
Ella fue declarada muerta poco más de 48 minutos después por un doctor que trabajó con un equipo de paramédicos tratando de salvar su vida. Un hombre de 52 años de edad fue detenido por oficiales de policía y se recuperaron armas, incluyendo un arma de fuego.
El asesinato provocó la suspensión de las campañas para el referendo de la próxima semana. Aunque los motivos del asesino no estaban inmediatamente claros, algunos especularon que la simpatía por Cox podría impulsar a la campaña a favor de permanecer en la UE, que había quedado a la zaga en los últimos días.
La policía dijo que no estaban en condiciones de discutir el motivo del ataque.
"Jo creía en un mundo mejor y luchó por ello todos los días de su vida con una energía y un entusiasmo que agotarían a la mayoría de las personas", dijo el marido de Cox, Brendan.
"Ella hubiera querido dos cosas ahora, uno, que nuestros hermosos hijos tuvieran mucho amor y dos, que todos nos unamos para luchar contra el odio que la mató", agregó.
La bandera británica ondeaba a media asta sobre las cámaras del Parlamento, Downing Street y el Palacio de Buckingham, mientras que en Birstall cientos de personas asistieron a una vigilia en una iglesia local.
Algunas personas, muchas llorando, colocaron flores fuera de las cámaras del Parlamento. Otros arrojaron flores a la casa flotante en el río Támesis donde Cox vivía con su marido y sus hijos.
Los políticos británicos rindieron tributo a Cox, que trabajó en la campaña presidencial de Barack Obama en Estados Unidos en el 2008, y expresaron conmoción por su muerte, al igual que los líderes en Europa y el resto del mundo.
El primer ministro, David Cameron, dijo que el asesinato de Cox fue una tragedia. "Hemos perdido a una gran estrella", declaró Cameron. "Era una gran diputada en campaña, con una gran compasión y un gran corazón. Es una noticia terrible, terrible", agregó.
Hillary Clinton dijo que estaba horrorizada. La canciller alemana, Angela Merkel, calificó el ataque como "terrible", pero agregó que no quería vincularlo al referendo sobre la UE.