Washington, 20 de junio, 2016 (Reuters). El Senado de Estados Unidos hará el lunes su intento más osado en años por reforzar el control de armas al someter a votación cuatro propuestas, en medio de los extendidos llamados a mantener alejadas de las armas de fuego a las personas con potencial de actos de violencia tras la masacre de Orlando.
Pero aunque el tiroteo más letal en la historia moderna de Estados Unidos alentó acciones rápidas en el Congreso, no se espera que ninguno de los proyectos consiga los 60 votos necesarios para su aprobación en la Cámara de 100 bancas, debido a que republicanos y demócratas no han logrado un consenso sobre el alcance de las restricciones.
La propuesta que busca reforzar los chequeos de antecedentes para la compra de armas constituye en realidad una enmienda a una legislación de gasto del Departamento de Justicia.
Aunque proyectos similares fracasaron luego de los atentados en una escuela en Newtown, Connecticut, en 2012; y en un centro de conferencias en San Bernardino, California, en 2015; algunos senadores insisten en que la política sobre el control de armas está cambiando, ya que la seguridad nacional está surgiendo con mayor fuerza en los debates.
El autor de la masacre de Orlando, Omar Mateen, se declaró leal al grupo extremista Estado Islámico, o ISIS, antes de asesinar a tiros a 49 personas en un club nocturno gay hace una semana, dijeron las autoridades.
"Admito que para el proyecto de chequeo de antecedentes va a ser duro conseguir 60 votos, pero aún tenemos esperanzas de que los republicanos lo apoyen, ya que evitará que los terroristas obtengan armas", dijo el domingo el senador Chris Murphy, al programa "This Week" de la cadena ABC.
En el Senado, controlado por los republicanos, Murphy lideró a los demócratas en un debate de 15 horas seguidas la semana pasada para exigir una acción sobre el control de armas, un hecho que según dijo "ayudó a movilizar a un país entero sobre este tema".
Un sondeo de Reuters/Ipsos realizado la semana pasada halló que el 71 por ciento de los estadounidenses está a favor de regulaciones moderadas a la venta de armas. La cifra se compara con el 60 por ciento que apoyaba las restricciones a fines de 2013 y 2014.