WASHINGTON (AP) -- Donald Trump intentó convencer a escépticos legisladores republicanos que deben mantenerse unidos de cara a las elecciones de noviembre, pero su primer encuentro con los congresistas no logró atenuar las profundas inquietudes sobre su indisciplinada campaña.
Afuera del Congreso, grupos de manifestantes protestaban contra el grandilocuente empresario. Entretanto, en una sala del Comité Nacional Republicano, Trump ofreció un mensaje simple, según el representante Ken Calvert de California: "Tenemos que mantenernos unidos, todo se resolverá en noviembre".
Debido a que los legisladores republicanos están unánimes en su deseo de derrotar a Hillary Clinton en las elecciones, algunos se sintieron animados y aplaudieron las palabras de Trump. Pero otros permanecían escépticos ante los comentarios ofensivos de Trump y su estilo desorganizado de hacer campaña.
"Ya yo había dicho antes de la reunión que Donald Trump tiene mucho trabajo que hacer para persuadir a muchos estadounidenses, entre ellos a mí, que tiene la capacidad de gobernar a este gran país", declaró el representante Charlie Dent, de Pennsylvania. "Todavía no estoy convencido".
El evento con Trump ocurrió en un día de gran algarabía en el Capitolio. En otra sala el director del FBI James Comey era interpelado sobre la decisión de no procesar penalmente a Clinton por haber usado un servidor privado de correo electrónico para asuntos de trabajo cuando era secretaria de Estado. Muchos republicanos están furiosos porque Clinton no será encausada.
Decenas de manifestantes recibieron a Trump con carteles que lo llamaban "Embustero, divisivo, peligroso" y coreaban consignas como "Donald Trump, fraude, manda empleos al extranjero". Además sostenían retratos de legisladores republicanos vistiendo los característicos gorros de la campaña de Trump, en el momento en que empresario llegaba con su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner.
Trump se defendió ante sus más acérrimos críticos en el Senado. Al senador Ben Sasse de Nebraska le comentó: "Estoy seguro de que no prefieres que gane Clinton". Sasse, en un comunicado desde su oficina, criticó a ambos candidatos y aclaró: "Nada ha cambiado".
El representante Adam Kinzinger de Illinois, un enfático crítico de Trump, dijo que había una gran falta de energía en el salón. "Era algo palpable", comentó.
"No voy a descartarlo para siempre y he dicho que me gustaría apoyarlo. Soy un republicano y me gustaría apoyar al candidato del partido", dijo Kinzinger al salir temprano de la reunión. "Pero cosas como ese comentario sobre Saddam Hussein no ayudan", agregó.
Era una referencia a un comentario de Trump en que alababa al derrocado dictador iraquí Saddam Hussein por no aceptar juicios a quienes eran acusados de terrorismo, sino que los mataba sin proceso alguno. Trump defendió esos comentarios, dijo el representante Kevin Cramer de North Dakota, afirmando que eran los medios de comunicación los que habían tergiversado las palabras del candidato.
Faltan menos de dos semanas para la convención nacional republicana, encargada de consagrar al candidato y a la que varios republicanos influyentes y algunos legisladores dijeron que no concurrirán.
Trump también defendió su uso de la Estrella de David en un aviso, lo que le valió críticas de antisemitismo.