4 de agosto, 2016 (CNN). Los republicanos reaccionaron con consternación el miércoles (3 de agosto) tras ver cómo la campaña de Donald Trump descendía en el caos. El intento de Trump de llegar a la Casa Blanca cayó en una incertidumbre sin precedentes a sólo 97 días de la elección, luego de que inclusive altos funcionarios de su equipo de campaña se mostraron frustrados tras uno de los días más extraños en términos políticos.
Una fuente del partido republicano dijo a Dana Bash de CNN que el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, está furioso luego de que Trump se negó públicamente a apoyar al presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan en la búsqueda de la reelección. Priebus y Ryan, ambos de Wisconsin, son muy cercanos. La negativa de Trump fue tomada como "personal" por el presidente del partido, dijo la fuente, ya que él ha tenido que soportar todo tipo de críticas debido a Trump.
Priebus ha sido el principal punto de contacto entre Trump y el Partido Republicano, organización en la cual el multimillonario se está apoyando debido a que él no tiene la infraestructura de un candidato político convencional.
Priebus, que según la fuente está muy enojado por el comportamiento de Trump, ha expresado su decepción y frustración a varios de los principales integrantes de la campaña de Trump.
El compañero de fórmula de Trump, Mike Pence, en tanto, contradijo a Trump en una entrevista con Fox News y reveló que le pidió al multimillonario que apoyara a Ryan.
"Apoyo fuertemente a Paul Ryan, apoyo su reelección. Él ha sido amigo por mucho tiempo y un fuerte líder conservador", dijo Pence a Fox News.
La fuente del Partido Republicano insistió en que no hay un movimiento tras bambalinas buscando una posible renuncia de Trump a la candidatura, algo que no tendría precedente en la historia política estadounidense reciente. Pero la fuente resaltó que si el multimillonario se retira de la contienda antes del 1 de septiembre, sería teóricamente posible que el Partido Republicano presentara a un aspirante que podría estar en boletas en los suficientes estados para alcanzar los 270 votos electorales necesarios y ganar la presidencia.
Washington todavía intenta procesar lo que ocurrió en uno de los días más extraños en la historia política reciente, en el cual el presidente Barack Obama dijo que Trump no está apto para ser presidente, y el abanderado republicano declaró la guerra contra su propio partido al negarse a apoyar a Ryan y al senador por Arizona John McCain, quien no tiene fácil su intento de reelección.
Tras reflexionar sobre el estilo político de 'no tomar prisioneros' de Trump, Ari Fleischer, exvocero del expresidente George W. Bush, dijo que hay una sensación de desconcierto en el mundo político.
"Él es tan bueno en el contragolpe que se está noqueando a sí mismo", dijo Fleischer a CNN. "Si se enfoca en Hillary, si se enfoca en la economía, si habla sobre Obama y que no queremos un tercer término (demócrata), él puede ganar la elección. Él se está causando daño a sí mismo y está dañando la causa".
Una fuente republicana dijo a CNN el martes que, luego de los comentarios de Trump, algunos de los funcionarios de su equipo, incluido el jefe de campaña Paul Manaford, "sienten como que están perdiendo su tiempo".
Pero Manafort insistió a CNN el miércoles que eso no es cierto y que hay frustración pero con los medios.
"Francamente la frustación que tenemos es con todos ustedes", dijo durante una entrevista telefónica, "porque no están cubriendo nuestro lado de la campaña. Esa es nuestra frustración. Entendemos que se quieren enfocar en algunos de los asuntos contra nosotros, pero la realidad es que no pensamos que están dando un trato equitativo al otro bando".
Sin embargo, dos fuentes dijeron que Priebus ha hablado con Trump en varias ocasiones en días recientes, haciéndole saber el descontento que hay en el partido y entre los donantes.
A Trump se le ha dicho que está perdiendo el apoyo dentro del partido y que los ya escépticos donantes "van rumbo a las salidas" o le están diciendo al equipo de campaña que no pueden contar con la campaña progrese de forma seria al considerar que el aspirante republicano luce demasiado tóxico.