Beirut, 19 de septiembre, 2016 (Reuters). Un cese al fuego en Siria acordado por Estados Unidos y Rusia enfrentaba serios problemas el lunes luego de que un representante de los rebeldes dijo que el acuerdo prácticamente había fracasado y que los insurgentes estaban preparándose para reanudar los combates.
Ampliamente violado desde que entró en vigor hace una semana, el cese al fuego quedó nuevamente presionado el fin de semana cuando Rusia dijo que aviones de la coalición liderada por Estados Unidos contra Estado Islámico provocaron la muerte de más de 60 soldados sirios en el este de Siria.
El acuerdo ruso-estadounidense marca el segundo cese al fuego negociado por Washington y Moscú este año con la esperanza de encontrar una solución política para poner fin a la guerra, que lleva seis años y ha dejado cientos de miles de muertos.
Aunque el acuerdo logró una reducción significativa de los combates en la última semana, la violencia se incrementó el fin de semana y una planeada entrega de ayuda humanitaria a distritos asediados en el este de Alepo -uno de los primeros pasos del pacto- fue pospuesta en varias oportunidades.
El colapso del cese al fuego, un importante proyecto del secretario de Estado estadounidense John Kerry, podría acabar con cualquier posibilidad de la administración de Barack Obama de negociar un avance en Siria antes de dejar la Casa Blanca en enero.
Kerry superó el escepticismo de otros funcionarios de Washington para lograr este acuerdo, apostando a cooperar con Rusia pese a la desconfianza más profunda en décadas entre las superpotencias enemigas de la Guerra Fría. Washington y Moscú respaldan bandos opuestos en la guerra entre los insurgentes y el gobierno del presidente Bashar al-Assad, mientras que ambos se oponen al grupo yihadista Estado Islámico.
Assad dijo que los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos que impactaron el sábado en posiciones del Ejército sirio cerca de Deir al-Zor eran una "agresión flagrante" y que mostraban un "mayor apoyo a los terroristas por parte de países que se oponen a Siria", según citaron medios estatales locales.
Washington expresó su "arrepentimiento" por el incidente, que avivó la tensión con el presidente sirio, aliado de Moscú.
El jefe de la oficina política de un destacado grupo rebelde de Alepo, Fastaqim, dijo que el acuerdo "prácticamente ha fracasado y ha terminado", y agregó que aún restaba ver si "en la teoría" podría hacerse algo para salvarlo.
Zakaria Malahifji, en declaraciones a Reuters desde la ciudad turca de Gaziantep, también dijo que los grupos rebeldes estaban preparándose para el combate: "Imagino que en un futuro cercano habrá acción por parte de las facciones".