Nueva York, 29 de septiembre, 2016 (AP). Donald Trump dijo que mostró clase durante el primer debate presidencial al no mencionar las infidelidades del expresidente Bill Clinton. Pero las insinuó, habló de ellas inmediatamente después de que concluyera el debate y luego envió a sus principales allegados a que hicieran lo mismo".
"Un juicio político por mentir", dijo Trump el jueves durante un mitin en New Hampshire, al referirse al esfuerzo por destituir del cargo a Bill Clinton por mentir sobre su amorío con Monica Lewinsky. "¿Lo recuerdan? Juicio político".
La decisión del candidato republicano de desenterrar el historial romántico del ex presidente es un movimiento arriesgado en su campaña contra la demócrata Hillary Clinton, cuyo equipo de campaña no se muestra intimidado por la línea de ataque. Los críticos de Trump dicen que podría serle contraproducente, al enaltecerla ante las votantes y motivando a su base de seguidores.
"Toda la noción de hacer que Hillary Clinton pague por las infidelidades de Bill Clinton es una mala elección estratégica", dijo Katie Packer, una estratega republicana que está en contra de la candidatura de Trump. Afirma que las mujeres, en particular, lo ven como algo cruel.
El encuestador republicano Frank Luntz afirma que la referencia de Trump a las indiscreciones de Bill Clinton fue su punto más bajo la noche del lunes entre un grupo de votantes con los que observó el debate.
"Se reían de eso debido a que creen que fue la peor versión de Trump", añadió Luntz, quien señaló que los ataques personales alejan a los votantes indecisos.
Dicho esfuerzo también pone a Trump en riesgo de atraer la atención a sus tres matrimonios y a su poco halagador historial con las mujeres. Su primer matrimonio terminó luego de un publicitado romance, y dos de sus principales asesores, el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, y el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, también cuentan con infidelidades bien documentadas. Entre los tres se combinan para sumar nueve matrimonios.
Trump tocó por primera vez el pasado sexual de Bill Clinton el fin de semana previo al debate, al amenazar con sentar a Gennifer Flowers en la primera fila. Flowers ha dicho que tuvo un amorío con Clinton y él admitió al menos un encuentro sexual. Ella no apareció. Trump no mencionó directamente los romances de Bill Clinton en el escenario, pero se refirió a ellos una vez que concluyó el debate.
"¿Quieren saber la verdad? Iba a decir algo extremadamente duro a Hillary, y a su familia, pero me dije: no puedo hacerlo, simplemente no puedo", declaró.
"Me alegra mucho no haber mencionado las indiscreciones de Bill por respeto", aseveró a The Associated Press, al añadir que se contuvo porque la hija de los Clinton, Chelsea, estaba entre los asistentes.
Esa autocensura no duró mucho. En declaraciones distribuidas por su campaña y obtenidas por AP, se les aconsejó a los seguidores de Trump recalcar que "el señor Trump nunca trató a las mujeres de la misma manera en que Hillary Clinton y su esposo lo hicieron cuando trabajaron de manera activa para destruir a quienes acusaron a Bill Clinton".
El documento menciona a Flowers, a la ex becaria de la Casa Blanca Lewinsky, y a Paula Jones, una ex trabajadora del gobierno de Arkansas que demandó a Clinton por acoso sexual. El ex mandatario eventualmente llegó a un acuerdo por 850.000 dólares con Jones, pero sin reconocer conducta inapropiada alguna.
A los partidarios de Trump se les aconsejó resaltar que "no culpan a Hillary por las infidelidades de Bill", pero sí subrayar el hecho de que ella "ha sido una participante activa en el intento de destruir a las mujeres que han presentado acusaciones".
Aunque a los asesores de Hillary Clinton no les emociona tener su matrimonio bajo los reflectores, alegan que la nueva estrategia de Trump le impide presentar argumentos sólidos para su candidatura y sólo subrayan las preocupaciones que algunos votantes tienen acerca de su temperamento.