BAGDAD/BARTELLA, Irak (Reuters) - Estado Islámico expandió el lunes sus ataques contra el Ejército iraquí y fuerzas kurdas para aliviar la presión sobre sus militantes que enfrentan una ofensiva en Mosul, su último gran bastión urbano en el país.
Unos 80 pueblos y ciudades en manos de Estado Islámico han sido recuperados en la primera semana de la ofensiva, llevando a las fuerzas iraquíes y kurdas más cerca de la frontera de la ciudad, donde la batalla probablemente será más dura.
La campaña de Mosul, que busca aplastar la mitad iraquí del declarado califato de Estado Islámico en Irak y Siria, podría ser la mayor batalla en 13 años de combates, que comenzaron con la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, y necesitaría de una enorme operación de ayuda humanitaria.
Un millón y medio de personas siguen en la ciudad y el peor escenario prevé hasta un millón de desplazados, según Naciones Unidas. Agencias de ayuda de la ONU dijeron que los enfrentamientos hasta ahora han forzado a 6.000 personas a dejar sus casas.
En una serie de contraataques sobre objetivos remotos a lo largo de Irak desde el viernes, combatientes de Estado Islámico atacaron Kirkuk, la principal ciudad petrolera del norte del país; el pueblo de Rutba, que controla la ruta que se extiende desde Bagdad a Jordania y Siria; y Sinjar, una región al oeste de Mosul habitada por la perseguida minoría yazidí.
El jefe provincial yazidí Mahma Xelil dijo que el ataque en Sinjar fue el más violento en el área en el último año. Agregó que al menos 15 militantes murieron en la batalla y que algunos coches fueron destruidos, mientras que los peshmerga sufrieron dos heridos. Estado Islámico dijo que dos autos de los peshmerga fueron atacados y todas las personas que iban a bordo murieron.
Estado Islámico cometió una de sus peores atrocidades en Sinjar cuando arrasó la región yazidí hace dos años, provocando la muerte de hombres y niños y esclavizando a mujeres. Combatientes kurdos recuperaron la región hace un año. Los yazidíes son una secta religiosa considerada infiel por los militantes suníes de línea dura.
La fuerza iraquí que ataca Mosul tiene 30.000 hombres, junto a fuerzas especiales estadounidenses y bajo cobertura aérea de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. El Ejército iraquí estima el número de insurgentes entre 5.000 y 6.000. Reuters