Bogotá, 5 de octubre, 2016 (Reuters). El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, comenzó el miércoles una reunión con el jefe de la oposición, Álvaro Uribe, en un intento por salvar el acuerdo de paz con las FARC, sumido en una crisis que impide su implementación luego de su inesperado rechazo en un plebiscito.
En el primer encuentro en al menos cinco años entre los antiguos aliados políticos, distanciados sobre las concesiones que se deben dar a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para que silencien fusiles, se buscarán puntos de aproximación que permitan superar la encrucijada.
Uribe pide que los jefes de las FARC paguen cárcel por sus crímenes, que incluyen asesinatos y secuestros, y se opone a que puedan ocupar cargos políticos de elección popular.
El ex mandatario, quien gobernó Colombia dos periodos consecutivos entre el 2002 y el 2010, propone "corregir" los acuerdos que firmó Santos con el máximo comandante de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", con la aprobación de la comunidad internacional.
"La paz no es la claudicación de la democracia", dijo Uribe antes de su encuentro con Santos.
El ex mandatario y actual senador, quien durante su gobierno lanzó la más fuerte ofensiva militar contra las FARC, a las que obligó a replegarse a lo profundo de las selvas y montañas, descartó la posibilidad de viajar a Cuba para renegociar el acuerdo de paz con los líderes de la guerrilla y dijo que es una competencia exclusiva de Santos.
Pero sus demandas parecen exageradas para ser aceptadas por las FARC, que habían negociado penas privativas de la libertad de hasta ocho años pero no cárcel, además de 10 escaños en el Congreso a partir del 2018 durante dos periodos legislativos.
Inicialmente, los jefes de la guerrilla descartaron desde La Habana la posibilidad de revisar el acuerdo de paz que contemplaba que sus 7.000 combatientes dejarían las armas para convertirse en un partido político, una jurisdicción especial para juzgarlos y subsidios para su reintegración a la sociedad.
"De este impasse saldremos con patriotismo y cabeza fría. Evitemos afanes innecesarios y pongamos la paz por encima de todo. Colombia lo merece", dijo en su cuenta de Twitter el negociador de las FARC Pablo Catatumbo.
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Paralelamente, en un esfuerzo por dar oxigeno al que muchos ciudadanos consideran un moribundo proceso de paz, Estados Unidos anunció que su enviado especial Bernie Aronson viajará a La Habana.