Washington, 19 de diciembre, 2016 (Reuters). El Colegio Electoral de Estados Unidos se aprestaba el lunes a elegir oficialmente al republicano Donald Trump como el próximo presidente del país, en una votación que suele ser de rutina pero que este año se desarrollará en medio de acusaciones de hackeo de agentes rusos para influenciar en los comicios.
En reuniones programadas en cada estado y en el distrito de Columbia, la institución de 538 delegados electorales presentará sus votos oficiales para presidente y vicepresidente de Estados Unidos.
Es muy poco probable que la votación cambie el resultado de las elecciones del 8 de noviembre, que colocan a Trump en la Casa Blanca luego de obtener la mayoría de los votos del Colegio Electoral. El voto popular favoreció a la demócrata Hillary Clinton.
Sin embargo, la conclusión de agencias de inteligencia estadounidenses respecto a que agentes rusos hackearon correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata, en un intento por favorecer a Trump en los comicios, ha llevado a los demócratas a pedir a algunos delegados electorales que no voten de acuerdo al mandato mayoritario de sus estados.
Los correos filtrados revelaron detalles de charlas ofrecidas por Clinton y que fueron pagadas por Wall Street, dejaron en evidencia divisiones del partido y expusieron las críticas por el uso de la candidata de un servidor privado para enviar mensajes de interés nacional cuando era secretaria de Estado de Estados Unidos.
Las revelaciones dieron paso a una extensa cobertura mediática y provocaron la renuncia de algunos funcionarios del Partido Demócrata.
Cuando los delegados electorales acudan a las urnas a elegir al presidente, de hecho estarán seleccionando al candidato preferido con antelación por los votantes de su estado.
Un candidato debe contar con 270 votos electorales para ganar los comicios presidenciales y Trump consiguió 306 a partir de 30 estados.
Si ningún candidato logra los 270 votos del Colegio Electoral, el presidente debe ser elegido por la Cámara de Representantes, que actualmente está controlada por los republicanos.