Estados Unidos e Irán reanudaron sus conversaciones atómicas con una reunión entre el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su par iraní, Mohamed Yawad Zarif, en la ciudad suiza de Montreux.
Por ahora, no hay información acerca de los resultados de la conversación de varias horas. La portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, confirmó que las negociaciones continuarán el martes.
El Grupo 5+1 (conformado por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) tienen plazo hasta fines de marzo para un acuerdo. Occidente quiere evitar que Irán pueda fabricar armas atómicas. En las negociaciones se intenta establecer cuánto uranio puede enriquecer Teherán, que asegura que no busca fabricar armas atómicas.
Zarif había hablado en relación a las negociaciones en la ciudad sobre el lago de Ginebra de "determinados avances". De acuerdo con los medios, la reunión estaba prevista para el martes y no para este mismo lunes. Sin embargo, Zarif no precisó de qué avances se trata. Tampoco Estados Unidos brindó mayores datos.
Como sea, todo parece indicar que se llegó a un compromiso sobre la cantidad de uranio que puede enriquecer Irán y la cantidad de centrifugadoras de las que puede disponer, los principales puntos de discusión. También se habría producido un acercamiento en cuanto al levantamiento de las sanciones contra Irán, algo de importancia para la economía persa.
Durante esta misma jornada, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo en una entrevista con la agencia británica de noticias Reuters, en la Casa Blanca, que Irán debe comprometerse a un congelamiento verificable de su actividad nuclear por al menos 10 años para que se alcance un acuerdo, al tiempo que destacó que todavía hay más posibilidades de no llegar a un pacto final con la república islámica.
Obama también sostuvo que la tensión actual con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu respecto a su planeado discurso en el Congreso, en el que mostrará su oposición a un acuerdo con Irán, es una distracción que no dañará de forma permanente las relaciones entre los países.
RML (dpa, reuters)