BAGDAD (Reuters) - Combatientes de Estado Islámico aumentaron los contraataques a las fuerzas iraquíes en Mosul en medio del mal clima, mientras la ofensiva respaldada por Estados Unidos para recapturar la ciudad de Irak que es bastión del grupo yihadista entra en su tercer mes de combates.
Ante un cielo nublado que complicaba la supervisión aérea que realiza la coalición aliada al Gobierno de Irak, militantes perpetraron ataques en tres distritos del este de Mosul -al-Quds, Ta'mim y al-Nur- en los últimos cuatro días, informaron el viernes residentes y funcionarios de seguridad.
La campaña que comenzó el 17 de octubre se transformó en la batalla más grande en Irak desde la invasión liderada por Estados Unidos que terminó con el derrocamiento de Saddam Hussein en 2003.
La situación humanitaria de la población sitiada está generando alarma, en medio de reportes de escasez de alimentos, agua y combustible, mientras los enfrentamientos complican el acceso a los hospitales. Casi 100.000 personas huyeron de la ciudad, según la Organización Internacional para la Migración.
Más de 100.000 soldados iraquíes, combatientes kurdos y voluntarios chiíes respaldados por Irán están participando en la ofensiva.
El Ejército estima que la cantidad de militantes en la ciudad es de entre 5.000 y 6.000, camuflados entre una población de 1 millón de habitantes que aún queda en la ciudad, los cuales se trasladan por túneles y usan coches bomba, francotiradores y morteros para repeler los avances de las fuerzas iraquíes.
Una coalición integrada fundamentalmente por Occidente y liderada por Estados Unidos, país que tiene desplegadas más de 5.000 tropas en Irak, está brindando apoyo aéreo y terrestre a la ofensiva.
La recuperación de Mosul marcaría la derrota para el grupo suní de línea ultradura que tiene montado un califato, mitad en territorio iraquí y la otra mitad en Siria. Reuters