NACIONES UNIDAS (Reuters) - Estados Unidos se abstuvo el viernes de votar una resolución, lo que permitió al Consejo de Seguridad de la ONU demandar el fin de los asentamientos israelíes, desafiando la presión del presidente electo Donald Trump, del Estado hebreo y de legisladores que instaron a Washington a usar su derecho al veto.
La resolución fue aprobada por 14 votos a favor en el consejo de 15 miembros y generó una ronda de aplausos. La propuesta había sido presentada el viernes por Nueva Zelanda, Malasia, Venezuela y Senegal, un día después de que Egipto la retiró bajo la presión de Israel y de Trump.
Fue la primera resolución del Consejo de Seguridad sobre Israel y Palestina en casi ocho años y un cambio en la posición tradicional de Estados Unidos de proteger al Estado judío de acciones de la ONU.
Sin embargo, Israel dijo que no cumplirá con el pedido. "Israel rechaza esta vergonzosa resolución en la ONU y no cumplirá con sus términos", dijo la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu en un comunicado.
Además criticó a Estados Unidos y dijo que espera trabajar con Trump para contrarrestar cualquier efecto resultante de la resolución. "El Gobierno de (el presidente Barack) Obama no solo fracasó en proteger a Israel contra esta confabulación en la ONU, sino que actuó en colusión detrás de bambalinas", afirmó el comunicado.
"Israel espera trabajar con el presidente electo Trump y con todos nuestros amigos en el Congreso, republicanos y demócratas por igual, para invalidar los efectos dañinos de esta absurda resolución", agregó.
La resolución de la ONU fue "un gran golpe a la política israelí, una condena unánime internacional a los asentamientos y un firme respaldo a una solución de dos estados", dijo un portavoz del presidente palestino Mahmoud Abbas en un comunicado divulgado por la agencia oficial Wafa.
Israel y Trump habían instado al Gobierno estadounidense a vetar la medida, poder que Washington tiene al igual que Rusia, China, Francia y Gran Bretaña. El magnate neoyorquino escribió en Twitter después de la votación: "En cuanto a la ONU, las cosas serán diferentes después del 20 de enero", refiriéndose a la fecha en que asumirá como presidente.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, dijo que Washington no vetó la resolución porque "refleja los hechos en el terreno" pero que no votó a favor porque "este foro sigue estando con frecuencia predispuesto contra Israel, porque hay temas importantes que no estaban abordados lo suficiente en la resolución y porque Estados Unidos no coincide con todas las palabras en el texto".
Mientras que la Casa Blanca defendió su postura diciendo que la rápida expansión de los asentamientos israelíes ponían en riesgo una solución de dos Estados al conflicto entre palestinos e israelíes, el secretario de Estado John Kerry instó a ambos bandos a avanzar en las posibilidades de una solución al conflicto.
Kerry dijo en un comunicado que Estados Unidos no coincidía con todos los aspectos de la resolución, pero que la medida de la ONU "condena justamente la violencia y la incitación y la construcción de asentamientos e insta a ambas partes a tomar pasos constructivos para revertir la tendencia actual y avanzar en las perspectivas de una solución a dos Estados".
La resolución de la ONU exige que Israel "cese de inmediato y por completo todas las actividades de asentamientos en el territorio palestino ocupado, incluyendo Jerusalén Oriental", y dice que el establecimiento de asentamientos por parte de Israel "no tiene validez legal y constituye una flagrante violación al derecho internacional".
Los palestinos quieren un Estado independiente en Cisjordania, Gaza y el este de Jerusalén, áreas que Israel capturó en una guerra en 1967. El Estado hebreo rechaza que los asentamientos sean ilegales y dice que su estatus final debe ser determinado en negociaciones futuras sobre el Estado palestino. Reuters