Representantes gubernamentales de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón coordinaron posiciones, mientras China pidió tanto a Corea del Norte como a Corea del Sur y Estados Unidos "evitar provocaciones".
El responsable de la Oficina de Seguridad Nacional (NSO) de Seúl, Kim Kwan-jin, mantuvo una conversación telefónica con el consejero nacional de seguridad estadounidense, Herbert R. McMaster, en la que ambos acordaron aumentar la presión y las sanciones sobre Pyongyang, según portavoces del Gobierno surcoreano citados por la agencia Yonhap.
En Corea del Sur, el presidente en funciones y primer ministro Hwang Kyo An convocó a un encuentro del Consejo de Seguridad Nacional. Mientras, el ministro de Exteriores surcoreano, Yun Byung-se, y su homólogo japonés, Fumio Kishida, también acordaron por vía telefónica reforzar la cooperación entre Seúl y Tokio para frenar lo que consideran como provocaciones del régimen de Kim Jong-un.
A su vez, el representante de Seúl en las negociaciones para la desnuclearización de la península coreana, Kim Hong-kyun, se entrevistó por vía telefónica con sus homólogos estadounidense, Joseph Yun, y japonés, Kenji Kanasugi.
El mes pasado, el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, advirtió a Corea del Norte que cualquier ataque nuclear contra Estados Unidos o sus aliados podría enfrentar una respuesta "efectiva y abrumadora".
"Severa protesta" de Japón ante Pyongyang
Los cuatro proyectiles de prueba lanzados a primera hora de este lunes (6.03.2017) por Corea del Norte, desde su costa noroccidental, volaron unos 1.000 kilómetros hacia el este y cayeron en el Mar de Japón, según confirmó el propio primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Según confirmó el propio primer ministro japonés, Shinzo Abe, los misiles habrían caído a menos de 200 millas de la costa de Japón.
Esto significa que los misiles habrían caído a menos de 200 millas de la costa de Japón. Tres de ellos, además, cayeron en la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón −espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde las costas niponas−, cerca del litoral de la prefectura septentrional de Akita.
Sobre lo que no hay certeza es sobre qué tipo de misiles fueron lanzados. Aunque desde círculos del Ministerio de Defensa surcoreano se informó que podría tratarse de un misil balístico intercontinental (ICBM) de largo alcance que podría alcanzar también tierra firme estadounidense, como ya ha amenazado Pyongyang.
Ya el año pasado, un misil de alcance medio norcoreano recorrió una distancia similar. Abe, quien dijo que Tokio presentó una "severa protesta" ante Pyongyang, señaló que este nuevo lanzamiento de los misiles representó una grave amenaza a la seguridad nacional de su país, informó el portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga.
Respuesta a maniobras militares
El ensayo contribuye a incrementar aún más la tensión en la península coreana, donde la semana pasada Washington y Seúl iniciaron sus maniobras militares anuales, las mayores hasta la fecha. El pasado viernes Corea del Norte amenazó a través de su diario estatal "Rodong Sinmun" con llevar a cabo nuevos ensayos de misiles en respuesta a estos ejercicios, que Pyongyang considera un ensayo para invadir su territorio.
Tras lanzar un misil de medio alcance el 12 de febrero, el de hoy es el segundo ensayo balístico que realiza Corea del Norte desde que su líder, Kim Jong-un, anunció en Año Nuevo que Pyongyang ultimaba el desarrollo de un proyectil intercontinental (ICBM), que podría permitirle en el futuro alcanzar territorio de EE. UU.
Tres de los misiles cayeron en la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón −espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde las costas niponas−, cerca del litoral de la prefectura septentrional de Akita.
Críticas chinas a ambos "bandos"
"China se opone a los lanzamientos de Corea del Norte", declaró por su parte el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, quien también alegó que la acción de Pyongyang "viola las resoluciones del Consejo de Seguridad" de la ONU.
No obstante, Geng también señaló que China está al corriente de los ejercicios militares que realizan de manera conjunta EE. UU. y Corea del Sur, "dirigidos contra Corea del Norte": "Las partes interesadas deberían ejercer la moderación y evitar provocar a las otras partes o hacer cosas que aumenten la tensión", aconsejó y añadió que espera que "no vayan más allá por el camino equivocado".
El portavoz reiteró la oposición de China al despliegue del sistema de defensa antimisiles THAAD por EE. UU. y Corea del Sur en suelo surcoreano, el cual su país entiende como una amenaza contra sus intereses. DW.COM | 06.03.2017