LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, obtuvo el miércoles el visto bueno del Parlamento para realizar elecciones anticipadas, las que según la mandataria fortalecerán las negociaciones para la salida de Reino Unido de la Unión Europea y ayudarán a subsanar las divisiones internas.
May sorprendió a aliados y opositores el martes cuando anunció su plan de adelantar los comicios, que no estaban previstos hasta el 2020, argumentando que era necesario evitar un choque de prioridades en la etapa final de las negociaciones del Brexit, que durarán dos años.
Después de una sesión agitada en la Cámara de los Comunes, May obtuvo el respaldo de 522 de los 650 legisladores para realizar elecciones el 8 de junio, una victoria sencilla para la primera ministra, que podría ver incrementada su mayoría parlamentaria en al menos 100 escaños tras los comicios.
"Creo que en este momento de enorme importancia nacional, debería haber unidad aquí en (el Palacio de) Westminster, no división", dijo May al Parlamento.
"Una elección general brindará al país cinco años de liderazgo fuerte y estable para encarar las negociaciones (del Brexit) y asegurar que podemos lograr el éxito como resultado. Eso es crucial", agregó la mandataria.
La ex ministra de Interior, que se convirtió en la máxima líder política del país sin unos comicios cuando su antecesor, David Cameron, renunció tras el resultado del referendo a favor de la salida del bloque regional, goza de una ventaja clara en los sondeos sobre el principal opositor, el Partido Laborista.
May también resaltó la fortaleza de la economía de Reino Unido, que hasta el momento ha desafiado los pronósticos de desaceleración como consecuencia del Brexit, un tema clave que el oficialista Partido Conservador usará en la campaña electoral para intentar desacreditar al laborismo.
Una victoria le daría a May un mandato fortalecido hasta el 2022, plazo suficientemente extenso para cubrir las negociaciones del Brexit además de un posible período de transición ante nuevos acuerdos comerciales con la Unión Europea (UE), una proyección que ha robustecido a la libra esterlina. Reuters