Bruselas, 25 may (EFE).- Las divergencias entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en relación con Rusia, el comercio y el cambio climático han marcado hoy la primera reunión entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y los representantes de las instituciones comunitarias.
"No estoy seguro al cien por cien de que hoy podamos decir -me refiero al presidente Trump y a mí- que tenemos una opinión común sobre Rusia, aunque en cuanto al conflicto en Ucrania parece que estamos en la misma línea", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk al término de la reunión.
En poco más de una hora, los participantes en el encuentro, que tuvo lugar en el edificio Europa, sede del Consejo, y se desarrolló en un ambiente "amistoso y constructivo", hablaron también de política exterior y seguridad.
Más allá de la visión divergente sobre Rusia a uno y otro lado del Atlántico, Tusk admitió al término de la reunión que otros temas siguen "abiertos, como el clima y el comercio".
Para la UE es una prioridad tratar de que Estados Unidos participe en los compromisos del Acuerdo de París (contra el cambio climático, algo sobre lo que hoy los responsables europeos querían empezar a sensibilizar a Trump.
Por otra parte se habló sobre comercio, un asunto que preocupa a los europeos por el creciente proteccionismo del Gobierno estadounidense y donde se evidenció la diferente posición de unos y otros.
No obstante, las partes coincidieron en el interés de "trabajar juntos" contra las prácticas comerciales desleales y acordaron establecer "un grupo de trabajo" para tratar asuntos comerciales complicados o de carácter global, según fuentes europeas.
Sobre el "brexit", otro de los temas abordados, Estados Unidos "expresó su preocupación por la posible pérdida de empleos" en su territorio como consecuencia de la salida de Reino Unido de la UE, según fuentes europeas.
También salieron a la luz en la cita los puntos donde si están de acuerdo Washington y Bruselas, como la lucha antiterrorista, donde "hubo acuerdo sobre la necesidad de impulsar la lucha contra el Estado Islámico".
En cuanto a Corea del Norte, se debatió "cómo se va a construir más sobre la ya buena cooperación" existente entre las partes y EEUU valoró por "las duras sanciones europeas", según las fuentes.
En la reunión inicial, que duró unos 45 minutos, participaron Trump y los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
En una segunda parte, que se prolongó durante media hora, se unieron al encuentro el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, y la representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini.
Por parte de Estados Unidos además de Trump participaron el jefe del Pentágono, James Mattis, el principal asesor económico del presidente estadounidense, Gary Cohn, el asesor de Seguridad Nacional (NSA), teniente general H.R.McMaster, y el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Al término del encuentro, el presidente del Consejo dijo en un vídeo televisado que su principal mensaje a Trump fue "que lo que da mayor sentido a nuestra cooperación y amistad son los valores fundamentales occidentales, como la libertad, los derechos humanos y el respeto a la dignidad humana".
La mayor tarea europea, dijo Tusk, es "consolidar todo el mundo libre en esos valores, no solo en intereses, sino valores y principios en primer lugar. Esto es lo que la UE y Norteamérica deberíamos estar diciendo".
Coincidiendo con la visita de Trump a Bruselas, donde hoy participa en una cumbre de la OTAN, la organización Greenpeace llevó a cabo el jueves a primera hora una acción en los alrededores de la embajada de Estados Unidos.
Cinco activistas escalaron una grúa y desplegaron una pancarta en la que se podía leer la palabra "resistir".
"Es nuestra forma de alertar contra el auge del populismo", afirmó el portavoz de Greenpeace Bélgica, Joeri Thijs, quien añadió que "cada vez con más frecuencia" los políticos toman decisiones "contrarias a los intereses de la población y del planeta".