jueves, 1 de junio de 2017

Bachelet: espero que EEUU apoye a los organismos que dan estabilidad al mundo

Santiago de Chile (EuroEFE).- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, expresó en una entrevista exclusiva con Efe su deseo de que el Gobierno de Donald Trump mantenga su apoyo a los organismos multilaterales, que aportan estabilidad al orden internacional.

"Yo espero que el Gobierno de Estados Unidos pueda seguir apoyando a organismos como Naciones Unidas, la Organización del Mundial del Comercio (OMC) y las distintas estructuras que el mundo se dio después de la II Guerra Mundial y que le han proporcionado estabilidad", señaló la presidenta chilena.

"Estamos viviendo en un mundo muy complejo en el que no existen soluciones unilaterales. Requerimos de una multilateralidad muy activa y requerimos del libre comercio. El proteccionismo no nos hace bien", opinó la mandataria sudamericana.

Preguntada sobre si la llegada de Trump a la Casa Blanca ha trastocado el orden internacional con anuncios sobre la posible retirada de EE.UU. del Acuerdo del Clima de París o la drástica reducción de la financiación de la ONU, Bachelet señaló que la incertidumbre política y la volatilidad económica no son algo nuevo.

"Hay elementos, como el aumento de los flujos migratorios o la presencia del Estado Islámico, que vienen manifestándose desde hace tiempo", explicó.

"Pero el cuestionamiento de lo que hasta ahora ha sido la institucionalidad internacional y el valor del multilateralismo, sin duda que contribuye a un cuadro de incertidumbre", agregó. 

A través de las reformas hemos terminado con el modelo neoliberal en Chile, dice Bachelet

En clave interna, Bachelet aseguró que las reformas que emprendió durante su segundo mandato han puesto punto final al sistema neoliberal en el país que lo aplicó por primera vez.

"Había algunos vestigios del modelo neoliberal con los que hemos ido terminando a través de las reformas. La educación era tal vez el más potente", señaló la mandataria.

Pero 17 años de dictadura acabaron haciendo mella en la conciencia de los chilenos. "Nos falta un sentimiento más solidario", reconoció.

A mediados de los setenta, Milton Friedman y sus discípulos de la Escuela de Chicago desmantelaron el modelo desarrollista de Chile y lo sustituyeron por otro en el que el mercado imponía sus leyes sin restricción alguna.

Cuarenta años después, Michelle Bachelet fue reelegida como presidenta con un ambicioso programa que tenía como ejes principales la transformación del modelo educativo, la reforma tributaria y una nueva Constitución.

"En Chile se avanzó mucho, pero seguía habiendo una gran desigualdad. La nueva etapa requería hacerse cargo de las demandas ciudadanas", recalcó la mandataria, quien cerró su primer gobierno, en marzo de 2010, con una aprobación del 84 % y hoy apenas supera el 25 %.

Bachelet recibió este miércoles a Efe en el Palacio de la Moneda, sede del Gobierno. Aún no son las diez de la mañana y su agenda ya registraba tres actividades. Este jueves se traslada a la sede del Congreso, en Valparaíso, para rendir su último informe presidencial.

Además de anunciar los proyectos que impulsará en los próximos diez meses, la jefa de Estado hará balance de su gestión.

"Chile tenía el sistema de educación más discriminatorio y segregado". Hoy, eso está desapareciendo, aseguró la presidenta, quien se refirió a la gratuidad de la educación como uno de sus principales logros, aunque por el momento sólo beneficie a un grupo minoritario.

Bachelet recordó que la reforma tributaria, que elevó la tasa del impuesto a las utilidades empresariales del 20 % al 25 % con el objetivo (no alcanzado) de recaudar 8.200 millones de dólares adicionales "fue aprobada con el respaldo unánime del Parlamento".

Orgullosa de que casi 225.000 personas hayan participado en el proceso de discusión de una nueva Constitución para reemplazar a la actual, promulgada durante la dictadura.

Este esfuerzo "no va a caer en saco roto", aseguró la presidenta, porque antes de que finalice su mandato enviará al Congreso un proyecto de ley apoyado en estos debates ciudadanos.

"Yo voy a cumplir con lo que me comprometí. Espero que también los candidatos presidenciales clarifiquen cuál va a ser su postura en este tema", comentó a continuación.

Bachelet habló de los avances que ha supuesto la reforma laboral, que fortalece el rol de los sindicatos, y "de otra reforma que no estaba prevista", la que surgió a raíz de los casos de corrupción que han salpicado la vida política del país.

"Yo decidí enfrentar abiertamente las situaciones que nos tocó vivir", explicó la mandataria, quien aseguró que todas las recomendaciones de la comisión presidencial que creó para atajar el problema ya están plasmadas en la ley.

Los partidos políticos, la clase empresarial, la Iglesia católica, las Fuerzas Armadas y hasta la policía han perdido el favor de los ciudadanos a medida que han ido salido a la luz casos en los que se veían involucrados miembros relevantes.

"No se puede tolerar la corrupción. Todos los casos están siendo investigados por la Justicia", enfatizó la mandataria.

Para que los chilenos recuperen la confianza, "hay que separar el dinero de la política y adoptar leyes estrictas. Los ciudadanos no están en contra de la democracia; al revés, quieren más democracia", apostilló.

En noviembre Chile celebrará elecciones generales. El exmandatario Sebastián Piñera encabeza las encuestas, que auguran una baja participación. La coalición oficialista Nueva Mayoría se presenta dividida, algo que preocupa a Bachelet.

"Ir con dos candidatos (el independiente Alejandro Guillier y la democristiana Carolina Goic) es completamente inédito en nuestra experiencia", reconoció.

"Ojalá haya una única lista parlamentaria. Eso demostraría que la Nueva Mayoría puede asegurar la gobernabilidad en el futuro y seguir profundizando en las reformas", consideró Bachelet.

Respecto a la emergencia del Frente Amplio, "una izquierda situada a la izquierda", la presidenta consideró que "todavía es pronto" para medir el impacto de esta nueva fuerza política.

El complicado panorama internacional y los bajos niveles de consumo e inversión han llevado a la economía chilena a un crecimiento promedio del 1,9 % en los últimos tres años.

Según la mandataria, esto se debe a su fuerte dependencia del precio del cobre, el principal producto de exportación.

"Me quedaré en la retaguardia", dice Bachelet

"La situación va a ir mejorando a lo largo del año. La minería está volviendo a ritmos de inversión históricos, y hay otras áreas que están mostrándose muy activas".

En los últimos meses cientos de miles de chilenos se han echado a la calle para exigir el fin de sistema privado de pensiones. A pesar de ello, la mandataria no cree factible desmantelar por completo el actual sistema.

"Volver al modelo de los años sesenta es imposible" y por ello anunció que en julio enviará al Parlamento un proyecto que incorpora la aportación del empleador.

Bachelet confesó que aún no ha pensado que hará una vez que deje la presidencia, pero tiene claro que no se dedicará a la política activa en Chile.

"Creo que me quedaré en la retaguardia, por si en algún momento me llaman a un consejo de ancianos en el que pueda ayudar", bromeó.

Por Manuel Fuentes (delegado de la Agencia EFE en Santiago de Chile)  euroefe